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La polémica del genoma de las células HeLa

Publicado por Ramón Contreras

En 1971 murió una de las mujeres que más vidas a ayudado a salvar de la historia. Henrietta Lacks no tenía estudios superiores y tampoco se dedicó de forma exclusiva a la caridad. Su contribución fue también la causa de su muerte. Cerca de la fecha de su muerte se le diagnosticó un cáncer de útero que acabaría con su vida. Sin embargo, el Dr. George Otto Grey la inmortalizó, nunca mejor dicho. El investigador extrajo células del cáncer que padecía y consiguió, por primera vez en la historia, cultivar de forma continuada células humanas. El hecho de que fueran cancerosas ayudaba a la constante multiplicación de un tejido que de otra manera permanecería estable. Gracias a ambos miles de estudios actuales pueden realizarse en cultivos celulares humanos antes de pasar a una etapa de pruebas en humanos. Puedes leer más sobre ellos en el artículo sobre células HeLa (de Henrietta Lacks) en su artículo aquí.

En 2013, gracias a los avances de las técnicas genéticas se publicó finalmente el genoma de las células HeLa. Esto supondría un gran avance a la ya de por sí gran contribución no a la ciencia, sino a la humanidad de estas dos personas. Sin embargo, los herederos de tan insigne señora se revelaron contra la publicación del genoma de su antepasada. Arguyendo que vulneraba el derecho a la privacidad de una persona que llevaba 40 años muerta. La falta de compromiso o de entendimiento de sus descendientes ha impedido que los más sesenta mil trabajos que existen sobre células HeLa sigan multiplicándose.

La cuestión reside en que nadie le preguntó a la señora Lacks si consentía en donar sus células al doctor. Tampoco era necesario ese nivel burocrático en los años setenta. Además, el Dr. Grey nunca cobró a nadie por pasarle un cultivo celular.

Pero, ¿están protegiendo el legado de su antepasada o se están intentando proteger a sí mismos? Posiblemente alguien les haya dicho que el genoma de su antepasada contiene parte de su propio genoma, o más bien ellos llevan algún trozo del genoma de su antepasada. Este material que algunos consideran “sensible” puede contener información sobre si tienen genes de propensión a un infarto o a cáncer y que por lo tanto no debería ser publicado. Yo me pregunto ¿Si eres descendiente de una mujer que murió de cáncer no está ya dando eso suficiente información sobre la posibilidad de tener cáncer?

Es posible que alguna aseguradora rebuscada o algún tipo de servicio médico emplease tiempo y recursos en ver todo el genoma de la Sra. Lacks para poder cobrar más o no aceptar a las dos docenas de posibles descendientes que tuvo. Yo creo que no. Para ello, primero deberían extraer una muestra de tejido, ahora y con consentimiento del descendiente. Después deberían buscar los marcadores de enfermedades y compararlo con el genoma de las células HeLa, que posiblemente hayan sufrido innumerables mutaciones puesto que son cancerígenas. Todo esto para general algún tipo de discriminación a los descendientes. Cosa que hasta ahora nunca a pasado hasta ahora, sabiendo que eran descendientes de un paciente terminal de cáncer.

La polémica está servida. El genoma en abierto de Henrietta Lacks ayudaría, todavía más a salvar vidas. Por otra parte el supuesto derecho a la privacidad del genoma de unos descendientes a los que han dicho que tal vez alguien quiera usarlo contra ellos. Muchas veces el desconocimiento y el miedo han detenido el avance de la ciencia y de la humanidad, y como vemos no todas esas censuras han ocurrido en la historia antigua, ni en la edad media.