Células HeLa
Es posible que el nombre de Henrietta Lacks no te suene de nada, aunque te diga que gracias a ella se han debido salvar millones de vida. Tampoco te debe sonar el nombre de George Otto Grey, no es premio Nobel ni hay un gran reconocimiento de su logro. Sin embargo, juntos han hecho posible la base de miles de investigaciones sobre cáncer y abrieron una puerta a todo un mundo de medicina desconocida hasta el momento. Se publican alrededor 300 artículos empleando células HeLa en revistas científicas mensualmente.
El Dr. Grey era un médico e investigador del prestigioso hospital Johns Hopkins. Fue en su laboratorio en el que se mantuvo por primer vez de forma exitosa el cultivo in vitro de células humanas. Por su parte la Sra. Henrietta Lacks fue una pobre mujer que padecía un cáncer de útero del que moriría poco después de que le extrajeran une muestra de células cancerosas del epitelio uterino. En honor a ella las células se llamarían HeLa. El Dr. Grey siempre dio las células y las técnicas para mantenerlas gratuitamente para investigación a todo aquel que le pedía una muestra. Y aunque en la actualidad, 70 años después del primer cultivo de células HeLa, hay marcas comerciales que las venden -pues han de pagar los gastos de laboratorio y mantenimiento por reproducir la línea- las células HeLa nunca han estado sujetas a patente, por lo que cualquiera puede trabajar con ellas, venderlas o hacer su propia patente de ellas mediante modificaciones de las mismas.
Las células del cuerpo tienen una tasa de división muy baja, en muchas ocasiones silenciada por las células vecinas. Así se evita la proliferación indebida e innecesaria de los tejidos y órganos. Sin embargo, las células cancerígenas tienen una alta tasa de división. Las células HeLa se caracterizan por eso mismo, se dividen de forma constante. Incluso entre las células cancerosas las HeLa tienen una tasa de crecimiento excepcionalmente alta. Así que cada 24 horas hay que estar pasando los cultivos celulares a botellas con nuevo medio puesto que han consumido todos los nutrientes del medio.
Las células HeLa fueron el primer paso y la demostración de que las células humanas -aunque fueran cancerosas- podían cultivarse fuera del cuerpo y tras ellas se han desarrollado hasta 60 líneas diferentes de células para su cultivo in vitro, la mayoría de ellas a partir de tejidos cancerosos. Los estudios al respecto parecen mostrar que en el caso de las HeLa es debido en parte a la activación constitutiva de la telomerasa, una enzima que previene el acortamiento de los cromosomas. Lee más de ella en su artículo “la telomerasa: la enzima de la eterna juventud”.
Genéticamente las células HeLa tienen ciertas poliploidías de los cromosomas humanos, no en vano son células enfermas y potencialmente letales. Además de las dos copias de cada cromosoma, es frecuente que se encuentren varias copias de otros cromosomas como de los cromosomas 6, 8 y 17 tiene una copia de más y 3 copias de más del cromosoma 12. Se calcula que unos 2.000 genes están sobreexpresados respecto a las células sanas del mismo tejido.
Puedes leer más sobre los cultivos celulares animales en nuestro artículo aquí . O sobre la absurda polémica sobre la publicación del genoma de las células HeLa aquí.