Plantas xerófitas: adaptaciones a la sequía
Una xerófita (xeros seco, phuton planta) es una planta que puede sobrevivir en un ambiente con poca disponibilidad de agua. Esta baja disponibilidad de agua puede estar dada por una baja humedad en el ambiente, o por una incapacidad de la planta de utilizar normalmente el agua ya que no se encuentra disponible, ya sea por el grado de salinidad del sustrato o por congelamiento del suelo. Las adaptaciones que desarrollan las plantas para sobrevivir ante estas condiciones son diversas y se suelen centrar en maximizar la eficiencia en el uso del agua, ya que es el recurso limitante.
Características xeromórficas
Reducción en el flujo de aire: La capa límite es el pequeño espacio contiguo a la hoja en el que se realiza el intercambio gaseoso a través de los estomas. A través de pelos en la superficie de las hojas se ofrece resistencia a la brisa, por lo que se reduce la velocidad de evaporación volviendo más gruesa la capa límite. Además de los pelos, las espinas atrapan una capa de humedad y también un movimiento lento del aire sobre los tejidos.
Reflectividad (la fracción de radiación incidente reflejada por una superficie): El color de una planta, o de las ceras o pelos en su superficie, puede servir para reflejar la luz solar y reducir la evaporación. Por ejemplo algunas ceras tienen una gran reflectividad de radiación ultravioleta (UV).
Ajustes fisiológicos: Algunas plantas pueden almacenar agua en las estructuras de las raíces, las estructuras del tronco, los tallos y las hojas. El almacenamiento de agua en las partes inflamadas de la planta se conoce como suculencia. Por otro lado, los estomas pueden abrirse solo por la noche, para reducir la evaporación diurna. También algunas plantas pueden segregar resinas y ceras en sus superficies, lo que reduce la evaporación. Algunas plantas xerófitas suculentas emplean el metabolismo ácido de las crasuláceas, o fotosíntesis CAM. Las plantas recogen dióxido de carbono durante la noche cuando se abren los estomas y almacenan los gases que se utilizarán para la fotosíntesis en presencia de luz durante el día. Aunque algunas xerófitas realizan la fotosíntesis utilizando este mecanismo, la mayoría de las plantas en regiones áridas todavía emplean las vías de fotosíntesis C3 y C4.
Adaptaciones de las hojas: Las hojas son muy reducidas o inexistentes (en el caso de tallos fotosintetizantes) y, a veces, se modifican en espinas para reducir la tasa de transpiración. La lámina puede ser larga como una aguja estrecha o dividida en muchas hojas. Las hojas del follaje se vuelven gruesas, carnosas y suculentas o de textura dura y correosa. Las superficies de las hojas están vidriadas para reflejar la luz y el calor. Además las hojas pueden enrollarse para que la epidermis inferior no quede expuesta a la atmósfera y pueda atrapar el aire saturado.
Otra forma de combatir la sequía es la evasión, las plantas pueden dejar caer sus hojas en tiempos de sequía (especies deciduas de sequía), o modificar las hojas producidas para que sean más pequeñas.