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Ecotipos y plantas a grandes altitudes  

Publicado por Marlene

Ecotipos 

La selección a largo plazo puede llevar al desarrollo de adaptaciones morfológicas y fisiológicas al entorno local, lo que genera una diferenciación ecotípica en los rasgos funcionales. Los genotipos adaptados a las condiciones ambientales locales se conocen como ecotipos. Cuando los entornos dentro del área de distribución de una especie difieren, es poco probable que un solo fenotipo confiera un alto nivel de aptitud en todas las situaciones. La distinción entre plasticidad fenotípica y adaptación local de un ecotipo se basa principalmente en el análisis genético y los experimentos de trasplantes recíprocos. En particular, la diferenciación genética espacial a lo largo de los gradientes climáticos se ha documentado para muchas especies, así como para formaciones de ecotipos. Además, las especies con amplios rangos geográficos tienen el potencial de exhibir una mayor variación intraespecífica en fisiología, morfología y fenología.  

Para determinar con precisión los patrones de plasticidad e investigar las implicaciones ecológicas y evolutivas, es importante comprender mejor el contexto ambiental en el que se expresan los fenotipos. 

Plantas que crecen a gran altitud 

Se ha demostrado que el impacto del calentamiento global en los ecosistemas terrestres es mayor en las regiones de tundra ártica y alta montaña que en las zonas de baja latitud. En particular, se espera que la tasa proyectada de calentamiento global en los ecosistemas de montaña sea hasta tres veces más alta que la tasa promedio global de calentamiento registrada durante el siglo XX. Los escenarios de biodiversidad para el siglo XXI pronostican la reducción del hábitat alpino y la pérdida de muchas plantas de alta montaña. Además, la reducción específica de la especie en la aptitud y la diversidad podría cambiar la dinámica de la comunidad al alterar las capacidades competitivas de la especie. Estudios recientes indicar un potencial de adaptación sustancial, como se refleja en las estimaciones de alta heredabilidad para los rasgos que probablemente se seleccionarán. Sin embargo, hay poca información sobre el potencial de adaptación en entornos que están particularmente amenazados por el cambio climático, como las zonas de montaña de gran altitud. Una de las consecuencias previstas del cambio climático global es el movimiento de especies de plantas a elevaciones y latitudes más altas a medida que el clima al que se adaptan se desplaza. 

Una disminución drástica del área de distribución o incluso la extinción de especies de plantas puede ser la consecuencia de los procesos de migración hacia mayores altitudes. Las tasas y los patrones de estas dinámicas dependerán en gran medida de la preferencia de hábitat de una especie en particular y de sus características funcionales. Los gradientes ambientales pronunciados y la distribución irregular de los hábitats conducen a un tamaño pequeño y al aislamiento espacial de las poblaciones y restringen el flujo de genes. Se ha planteado la hipótesis de que las poblaciones de especies de plantas pueden persistir en sus áreas actuales y resistir cambios ambientales si tienen una gran capacidad de adaptación. 

La variabilidad fenotípica está formada por procesos evolutivos adaptativos y aleatorios, y las respuestas plásticas a las condiciones de crecimiento parecen ser cruciales para la supervivencia de las plantas en el paisaje alpino.