La dentina
La dentina es la sustancia de la que están compuestos principalmente los dientes. La mayoría de animales vertebrados usan los dientes para triturar de forma mecánica su alimento. Es por esto que los dientes deben de ser un componente resistente a la abrasión mecánica, de gran dureza y poseer cierta flexibilidad a fin de llevar a cabo su función. La capa superior de los dientes está constituida por el esmalte, un tejido altamente mineralizado y muy duro. En su interior encontramos la dentina, el segundo tejido más duro del cuerpo. Por debajo de la dentina se haya el cemento, que ancla el diente a la encía, y en el interior de la dentina permanece una parte viva del diente llamada pulpa, que nutre y mantiene vivo al diente.
Este tejido está altamente mineralizado y presenta una baja proporción de agua (tan solo el 10%, los huesos tienen un 25% de agua de promedio). Cuenta con una fracción orgánica, principalmente colágeno tipo I, peptidoglucano y otras glicoproteínas que forman el 22% de la dentina, también llamada sustancia ebúmea. La función de las fibras de colágeno de la dentina es retener las moléculas inorgánicas que darán sus características al tejido. El componente principal inorgánico de la dentina es la hidroxiapatita, una molécula cristalina que retiene iones de calcio en forma de fosfato de calcio (apatito-CaOH). Está presente en los huesos, en los dientes y en el oído, donde forma parte esencial del sistema del equilibrio.
La dentina se forma en el proceso de la dentinogénesis. Los odontoblastos, las células encargadas de la formación de los dientes, se encuentran entre la pulpa y la dentina. Estás células se caracterizan por tener un citoplasma cilíndrico. En él se formarán las fibras de colágeno que viajarán hacia las prolongaciones citoplasmáticas de las células y se depositarán en el exterior. Por lo tanto la dentina es un tipo de matriz extracelular especial, como en otros tejidos conjuntivos. El colágeno va acumulando hidroxiapatita de forma gradual, por lo que se puede hablar de una dentina madura, la más lejana de la pulpa y otra inmadura (cuando las fibras de colágeno todavía no han formado un sistema de fibras completamente mineralizado).
Los odontoblasto o dentinoblastos son capaces de formar dentina durante toda la vida, por lo que reponen constantemente su matriz extracelular. Al contrario de lo que pasa con los condrocitos o los osteoblastos (de cartílago y hueso). Es por esto que mantienen sus prolongaciones citoplasmáticas, que se encuentran en los canalículos dentarios que se pueden ver al microscopio en la dentina. Además, los odontocitos también son los encargados de sintetizar el cemento que se encuentra por debajo de la pulpa. Mientras que el esmalte debido lo sintetizan los ameloblastos, que nunca lo repondrán, debido a que tras mineralizarse mueren.