Fisiología humana
La fisiología humana es una disciplina que está enfocada al estudio de las funciones del organismo humano. Es un área de la biología, estrechamente relacionada con la anatomía. El estudio de la fisiología humana es tan antiguo como los orígenes de la Medicina. Muchos conocimientos sobre este campo se han adquirido gracias al estudio de la fisiología animal, mediante la experimentación con animales.
Mecanismos de control
El cuerpo humano, mediante sus procesos fisiológicos posee varios mecanismos para controlar las condiciones del medio interno y del estado del cuerpo. Estos mecanismos se encargan de mantener la temperatura corporal, la tensión arterial, el pH sanguíneo, la concentración de iones y oxígeno adecuados, entre otros importantes factores, que de estar alterados, pondrían en peligro el mantenimiento de la homeostasis y las funciones normales del cuerpo humano.
Uno de estos mecanismos de control, es la retroalimentación negativa. Esto significa que cuando, por ejemplo, el producto de una glándula alcanza cierto nivel en la sangre, éste mismo producto es el que detiene los mecanismos de producción de la glándula. Cuando el nivel del producto desciende, la producción continúa. Un ejemplo típico de retroalimentación negativa es el de la producción de hormonas tiroideas (T3 y T4), en la glándula tiroides. La producción de estas hormonas en la tiroides está estimulada por otra hormona, llamada TSH (hormona estimulante de la tiroides, por sus siglas en inglés) y producida a nivel de la hipófisis. Cuando los niveles de T3 y T4 alcanzan cierto nivel en sangre, inhiben la producción de TSH en la hipófisis. Cuando los niveles descienden, la TSH vuelve a producirse. Mediante este mecanismo, la concentración de las hormonas tiroideas en sangre se mantiene dentro de ciertos límites.
El estudio de la fisiología humana, divide el organismo en sistemas, para facilitar el estudio. Esta división en sistemas es totalmente arbitraria, porque en realidad los sistemas funcionan en conjunto, de manera interconectada e integral.
El sistema nervioso es el encargado de controlar todas las funciones del organismo. Recibe señales del medio ambiente y también desde receptores ubicados dentro de los órganos, procesa la información recibida, la interpreta, elabora y ejecuta las respuestas, voluntarias e involuntarias.
El sistema circulatorio, formado por el corazón, las venas y las arterias, se encarga de llevar oxígeno y nutrientes a todos los tejidos, entre otras funciones.
El sistema muscular y esquelético, son los que permiten los movimientos voluntarios, dan forma al cuerpo y protegen los órganos internos.
El sistema digestivo, está encargado de procesar los alimentos digeridos, asimilar los nutrientes y eliminar los desechos.
El sistema renal, se encarga de eliminar los metabolitos de desecho de la sangre a través de la excreción de orina, entre otras importantes funciones.
El sistema respiratorio, aporta el oxígeno necesario para el funcionamiento del metabolismo.
El sistema reproductor, encargado de producir los gametos y, en la mujer, de albergar al feto hasta su nacimiento, para asegurar la continuidad de la especie.
El sistema inmune, se encarga de eliminar las bacterias, virus y otras sustancias extrañas que podrían representar una amenaza para la integridad del cuerpo.