El crecimiento de las crías
Desde el momento del nacimiento hasta llegar a la edad adulta cualquier animal cambia de tamaño. La mayoría de los animales al nacer no presentan todas las estructuras propias de la especie. Se considera edad adulta a la formación de los órganos sexuales y el principio de la capacidad fértil.
Los anfibios por ejemplo al nacer tienen branquias externas, que pierden durante el proceso de metamorfosis hasta convertirse en animales pulmonados cuando son adultos. Por el contrario muchos peces y reptiles cuando nacen ya cuentan con casi todas sus funciones vitales al completo, exceptuando las sexuales, que normalmente tardan años en desarrollarse.
Tanto los animales vivíparos como los ovíparos, aquellos donde la gestación es en el interior de su madre o en huevo respectivamente, son de pequeño tamaño al nacer. La idea es que sea fácil la expulsión del cuerpo de la madre de sus crías (en ocasiones pueden ser cientos, en el caso de los peces). Es por esto que durante la primera etapa de la vida de todo animal su función principal es la de ganar peso y tamaño, a fin de poder competir por los alimentos.
Las aves y los mamíferos son los animales que más tiempo dedican a sus crías y en las que la vida infantil se prolonga durante más tiempo. Las crías de aves y mamíferos no podrían sobrevivir sin los cuidados, casi constantes de sus progenitores. Durante la primera infancia es donde mayor tasa de crecimiento tienen los individuos hasta su fase juvenil, donde el crecimiento continua, aunque no de manera tan acelerada.
Por ejemplo los animales más grandes del planeta: una cría de elefante gana unos 13 kilos cada semana (42 kilos al mes) durante su primer año de vida, y esto alimentándose de leche materna, de la que se beneficiarán entre 2 y 3 años. Una cría de ballena azul pesa unas 2 toneladas y media al nacer y gana hasta 90 kilos al día tan solo bebiendo leche materna. Un pollo de granja por otro lado pasa de unos 55 gramos hasta los 2 kilos en unos 6 meses, lo que es un incremento de 1 kilo y 945 gramos, al nacer tienen un peso casi despreciable comparado con el que tienen en medio año.
Los crustáceos y otros animales que mudan la piel, como las serpientes, ganan en peso y tamaño de una forma menos acelerada durante su vida temprana, aunque a lo largo de su vida pueden experimentar una variación de peso significativa. Una boa constrictor puede pasar de unos 50 gramos a 4 kilos en 5 años.
Los bebés humanos ganan unos 600 gramos al mes durante el primer año y algo menos, unos 500 gramos al mes, durante el segundo año. Aunque durante el primer o los dos primeros meses pueden coger menos peso, puesto que todavía están aprendiendo a mamar. Curiosamente los bebés nutridos a base de leche materna gana menos peso que los alimentados a biberón, por una cuestión del aporte de grasa en la dieta de las madres.