Nutrición, Crecimiento, Respiración y Metabolismo
Un organismo vivo es inestable y frágil. Las proteínas y otras moléculas orgánicas presentes en el ser vivo se desgastan con el tiempo. La estructura del ser vivo sólo puede ser mantenida a costa de una sustitución permanente de sus moléculas y de muchas de sus células.
La nutrición no sólo garante al ser vivo la reconstrucción de las partes desgastadas, pero también la formación de nuevas células, durante el periodo de crecimiento. Ese crecimiento, que se hace por la multiplicación de células en el interior del cuerpo, se llama crecimiento por invaginación intestinal. Otra forma de crecimiento es llamada de crecimiento por descomposición o aposición, un ejemplo, es el cristal (materia bruta) que puede crecer por la adición de nuevas moléculas a su superficie.
Buena parte de los alimentos digeridos sirve como fuente de energía para el organismo. Varias moléculas orgánicas de alimento pueden ser utilizadas como combustible, pero es más ventajoso para el ser vivo usar un azúcar, la glucosa.
La glucosa (C6H12O6) es una molécula orgánica y reacciona con el oxígeno del aire (O2), transformándose en gas carbónico (CO2) y agua (H2O). En esa transformación, la molécula de glucosa se quiebra, liberando energía. Esta, a su vez, es utilizada en las actividades del organismo, como el movimiento, la producción de calor, la transmisión de impulso nervioso o la construcción de grandes moléculas orgánicas durante el proceso de reconstrucción o crecimiento del cuerpo. Ese proceso de quiebra de la glucosa se llama respiración celular.
El organismo puede construir grandes moléculas formadoras de partes de células – ese proceso es llamado anabolismo (ana = erguir), que son transformaciones de síntesis o construcción quebrar moléculas de alimento, obteniendo energía – proceso llamado catabolismo (cata = para abajo), que son transformaciones de análisis o descomposición.
El conjunto de los dos procesos se llama metabolismo (metabole = transformar).
Nutrición Autotrófica y Heterotrófica:
Nutrición Autotrófica (auto = propio; trofo = alimento):
Realizada solamente por las plantas, algas y por algunas bacterias. El organismo es capaz de producir todas las moléculas orgánicas de su cuerpo a partir de substancias inorgánicas que retiran del ambiente, como el gas carbónico, agua y sales minerales. El organismo vegetal usa la energía del Sol, que es absorbida por la clorofila. Ese fenómeno, llamado fotosíntesis, produce substancias orgánicas para el organismo y libera oxígeno en la atmósfera.
Nutrición Heterotrófica (helero = diferente):
Los animales, los protozoarios, los hongos y la mayoría de las bacterias no son capaces de realizar fotosíntesis. Esos seres necesitan ingerir moléculas orgánicas prontas.
Estímulos al Ambiente:
Todos los seres vivos son capaces de reaccionar a estímulos o modificaciones del ambiente, o sea, todos poseen irritabilidad.
En los vegetales, las reaccione a los estímulos suelen ser más lentas que en los animales, por ejemplo, por el crecimiento del tallo en dirección a la luz o por el crecimiento de las raíces en dirección al suelo. Ese fenómeno vegetal de irritabilidad es llamado de tropismo.
En algunas plantas, como la sensitiva o dormidera, la reacción puede ser más rápida: un simple contacto externo provoca el cerramiento d las hojas en segundos. Ese cierre se debe a la disminución en la presión del agua existente en una dilatación en la base de las hojas. Mecanismos semejantes ocurren con plantas carnívoras, que capturan pequeños animales.
Todos los seres vivos tienen irritabilidad, pero sólo los animales poseen sensibilidad. Sensibilidad es la capacidad de reaccionar de diferentes formas a los estímulos ambientales.
Las formas en que los seres vivos reaccionan al ambiente son adaptativos, o sea, son formas que contribuyen para la supervivencia o la reproducción de la especie