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Deriva genética

Publicado por Ramón Contreras

En los medios de comunicación es frecuente leer, en la sección de noticias relacionadas con la ciencia, que se ha descubierto que toda una población mundial: todos los asiáticos, los españoles, o los nativos de la cuenca del Amazonas, descienden de un solo individuo para un determinado gen. Esto es debido a que se ha analizado una muestra relativamente grande de individuos de una población y se ha visto que un porcentaje de ella cuenta con el mismo alelo de un gen concreto.

Uno de los casos más conocido es que un porcentaje elevado de la población asiática comparte el mismo cromosoma Y idéntico. Esta afortunada casualidad se atribuye a Gengis khan, famoso conquistador y emperador mongol del siglo XIII. El 8% de la población masculina de la región que ocupaba su imperio comparte el mismo cromosoma Y, gen a gen. Otros casos muestras que, por ejemplo, la población vasca de España, una región montañosa al norte del país cuenta con un alto porcentaje de individuos con el grupo sanguíneo Rh- y otros marcadores genéticos propios de la región.

Pero, ¿por qué pasa esto? Qué tiene que pasar para que un alelo de un gen se fije en la población. Antes de seguir conviene explicar que cada gen admite ciertas variaciones, denominadas alelos. Estos alelos de un mismo gen codifican para la misma proteína, con pequeñas modificaciones. Este proceso de modificación del ADN debido a mutaciones puntuales es lo que consideramos el motor de la evolución. La idea es que las mutaciones van surgiendo para un gen y aquellas variaciones que suponen una mejora para el individuo, en cuanto a la adaptación a su entorno, quedan fijadas y se transmiten con mayor frecuencia a la descendencia, puesto que se supone que le otorgan cierta “ventaja biológica” frente a otros individuos sin ella.

¿Son el cromosoma de Gengis khan o el grupo RH- beneficiosos para las poblaciones asiática o vasca? Desde el descubrimiento de la evolución la ciencia se ha preguntado muchas veces como es que ciertos rasgos se perpetúan en la población o porqué sigue existiendo un número de alelos para cada gen, aunque no todos otorguen la misma ventaja biológica. La respuesta primera, es que existe un rango de éxito elevado, digamos que no sobrevive el más apto, sino los 50 más aptos, cada uno con su configuración genética diferente.

Ahora bien, la deriva genética es la que juega un papel fundamental a la hora de fijar caracteres o alelos en una población. En ocasiones, por azar se fijan alelos concretos en la población, sin que sean especialmente beneficiosos, ni deletéreos, este fenómeno de fijación de alelos al azar es lo que denominamos deriva genética. Un ejemplo con el que se entiende la deriva genética es con un dado de 10 caras. Suponiendo que al principio cada cara tiene las mismas posibilidades, en teoría, debería salir cada número una proporción equitativa de veces. Sin embargo, si dijéramos que cada vez que un número sale 5 veces seguidas (cosa que puede pasar) reemplazamos uno de los otros números por el que ha salido 5 veces seguidas (que en términos de poblaciones de especies sería la pérdida de un alelo de un gen) estaríamos ante un proceso de deriva, puesto que cada vez sería más probable que saliera el mismo número más veces seguidas. Pero no hay que preocuparse, el número de alelos de cada gen es elevado, los alelos con mayor eficiencia biológica tienden a salir más veces y finalmente cada cierto tiempo (miles de años) aparecen alelos nuevos fruto de la mutación genética.