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¿Pasan los animales por el duelo y la tristeza frente a las pérdidas?

Publicado por Ramón Contreras

El duelo es un proceso que todos los humanos pasan en algún momento de sus vidas. Es el proceso psicológico que atravesamos cuando nos enfrentamos a una pérdida importante en la vida. Aunque tan solo recientemente se ha profundizado y visibilizado el duelo como parte normal de la psicología humana y se ha levantado el estigma o tabú sobre el tema, la verdad es que todavía queda mucho trabajo por hacer para ayudar a las personas que peor lo pasan durante esos momentos. En la naturaleza los animales se enfrentan de diferentes maneras a las pérdidas. Los herbívoros deben sobreponerse a la pérdida de crías y otros miembros de las manadas con relativa frecuencia cuando son depredados. El alejamiento de la naturaleza fruto de la vida en la ciudad o la idealización de la naturaleza son las causas principales de que mucha gente no entienda la muerte como algo propio de la vida y que otros animales también se enfrentan a ello.

Las tórtolas son un símbolo de fidelidad, y cuando una muere, la otra tarda en volver a emparejarse

Evidentemente, diferentes especies se enfrentarán de maneras diversas a las pérdidas. Muchos animales que viven en manadas muy grandes y en continuo peligro no muestran actitudes de tristeza ante la pérdida, como los peces. Otros animales que viven vidas muy solitarias es difícil que tengan este tipo de comportamientos. Las madres de mamíferos, al dedicar una importante parte de su vida al cuidado de las crías, son las que más muestran conductas de duelo. Sin embargo, cuanto más nos acercamos a los seres humanos, más podemos apreciar estos comportamientos, o tal vez es que son los que entendemos mejor. En los primates se han observado comportamientos de tristeza ante la pérdida. Por ejemplo, en contadas ocasiones una madre de mono o simio, pero también en otros mamíferos como los osos, puede acarrear durante días a su cría muerta. Este comportamiento se ha observado también en ballenas, que golpean a la cría para que se mantenga a flote. En general, serán los animales en los que hemos descubierto una mayor inteligencia aquellos que mostrarán un comportamiento de tristeza ante la pérdida de un familiar o un conocido. Son famosas las imágenes de elefantes tocando el cráneo de un pariente con actitud cariñosa años después de su muerte cuando se lo encuentran en la sabana.

Pero no solo los mamíferos salvajes pasan por el duelo, los perros han protagonizado muchas historias de duelo. Perros que esperan a sus amos delante del hospital, o que se quedan en su tumba, son algunos de los ejemplos más extremos de este sentimiento de lealtad canina que les causa una actitud de duelo, a veces perjudicial para sí mismos.

En el reino de las aves se han visto comportamientos de duelo en muchas especies, concretamente en aquellas que se emparejan a largo plazo. Cuando uno de los dos miembros de la pareja muere, el otro se pasa largo tiempo llamándola y regresando a su nido, puede tardar varios años en volverse a emparejar, o no hacerlo jamás, e incluso se han reportado casos de aves que han dejado de comer al perder a sus parejas.

No sabemos exactamente cómo funciona el proceso de duelo en otros seres vivos, pero sí sabemos que dentro de muchas especies, incluyendo la humana, cada uno tiene su forma de sobrellevar la pena. Pero que al final hay que hacerla parte de la vida y seguir adelante.