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Animales que se emparejan para toda la vida

Publicado por Ramón Contreras

El ser humano es una especie que se empareja para toda la vida, o eso estaba pasando hasta ahora. Cada vez son menos las parejas que aguantan hasta el fin de sus días juntas. Habrá quien intente argüir que esto pasa porque emparejarse de por vida no es un comportamiento natural. Pero nada más lejos de la realidad. Pueden no ser muchas, pero hay varias especies que eligen tener un compañero de forma continuada, sienten tristeza e incluso peligra su vida si su compañero de vida muere o desaparece. El 5% de las especies de vertebrados se emparejan para toda la vida. Esta estrategia tiene por objetivo permitir que sobrevivan los hijos en ambientes exigentes. El compromiso de ambos progenitores permitirá que una o muy pocas crías tengan éxito cada año. La compenetración de ambos miembros del equipo y la experiencia acumulada será importante para que la pareja cada vez tenga más éxito evolutivo, pasando más hijos a su descendencia.

En las aves encontramos comportamientos de fidelidad con frecuencia. La necesidad de incubar los huevos hace que la pareja tenga que turnarse en calentar la puesta y salir a comer o buscar comida para la pareja. En estas situaciones hay dos tipos de fidelidad, la que dura solo el tiempo que necesitan los polluelos en salir volando y la de las parejas que se emparejan de por vida. En el primer caso, es posible que la pareja repita en años siguientes. Mientras que en el segundo, se irán buscando año tras año en el caso de que vivan juntos el resto del año. Los pingüinos son de las parejas más fieles, la protección de las crías o del único huevo que ponen cada año se realiza equitativamente por parte de ambos progenitores. Durante el año pueden haberse separado, pero a la hora de criar se reencuentran y se profesan muestras de reconocimiento y cariño. Los cisnes también se emparejarán, desde los 2 o 3 años de vida buscan una media naranja con la que permanecerán hasta la muerte.

Bajo el mar pasan escenas similares. Las orcas una vez que se emparejan nadarán juntas toda la vida protegiendo a sus crías que a medida que crecen buscaran pareja a su vez. Otro de los casos más enternecedores es el de los caballitos de mar. No solo se emparejan para toda la vida sino que cuando muere uno de los dos el otro con mucha frecuencia se queda junto al cadaver esperando su propia muerte por inanición.

Si los cisnes dejan fotos bonitas con sus cuellos en forma de corazón, las nutrias son otra de las parejas más fotogénicas que hay. No solo se emparejan de por vida sino que hacen básicamente todo juntas, incluso se las ve muchas veces durmiendo cogidas de la mano. Las nutrias, como otros animales que viven en un medio un tanto extraño para ellos (aves que viven en el agua o mamíferos que han vuelto al mar) han adoptado esta estrategia de fidelidad para asegurar su propia supervivencia. Otros seres con relaciones para toda la vida son los lobos grises, que a pesar de vivir en manadas las parejas son estables, las tórtoras (otro de los grandes símbolos del amor fiel). Los primates son bastante monógamos (un 25%) pero dependiendo de la especie la infidelidad está más o menos presente. En general, la sinergia (la suma de las partes es mayor que las partes por separado) es una de las estrategias evolutivas más beneficiosas que hay.