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Agua para la Vida en Mercurio

Publicado por Ramón Contreras

La vida en otros planetas es una fantasía que la humanidad acabará cumpliendo seguramente. Los científicos que miran las estrellas están realizando una lista exhaustiva de posibles planetas capaces de contener vida. Evidentemente en los primeros que se ha buscado formas de vida, o incluso la presencia de moléculas que indiquen la posibilidad de una vida pasada, es en los planetas más cercanos a la Tierra. Marte y Venus han sido valorados para albergar vida y tristemente se han descartado por los motivos en los que actualmente basamos la creencia de las condiciones necesarias para que un planeta pueda mantener formas de vida.

Uno de los primeros requisitos para la vida, al menos así lo creemos en base a qué necesita la vida para desarrollarse en la Tierra, es el agua. El poderoso líquido elemento es indispensable para que la vida tenga lugar en la Tierra, pero ¿y en otros planetas? Partimos de la base de que es indispensable un medio liquido para que las moléculas del ser vivo puedan moverse e interaccionar entre ellas. Sin embargo, las sondas enviadas a nuestros vecinos cercanos han mostrado que contienen grandes cantidades de agua, ¡primer paso para la vida hecho!

La luna tiene agua congelada y tanto Venus como Marte tienen sus propias reservas en forma de hielo. Por ejemplo Mercurio se creía que se encontraba demasiado cerca del Sol y que debido a las altas temperaturas (que rondan los 400 grados centígrados diarios y los -200 durante las noches) toda el agua del planeta se había evaporado, por lo que quedaría descarto con esta primera criba. Nada más lejos de la realidad. En 2011 la sonda Messenger empezó a orbitar el planeta y fotografio lo que parecía hielo. Estudios recientes, publicados en Astrophysical Journal Letters este mismo 2020 parecen de confirmar que el hermano más cercano al Sol contiene no solo agua sino que hay hielo en él.

Como en todos los planetas se considera que la mayor parte del agua proviene de meteoritos. Al caer estos se forman grandes cráteres y ahí es donde se supone que se ha mantenido el agua de Mercurio. De hecho es posible que en el planeta se cree constantemente agua. EL agua en forma de gas viajaría hasta los polos, donde la luz solar apenas podría incidir y en las sombras de los cráteres que se encuentran allí se habría ido almacenando agua durante 3 millones de años.

Además, en la superficie de Mercurio los minerales contienen gran número de grupos hidroxilo OH-. Como ya hemos dicho el Sol incide de forma exagerada en la superficie. Con esa gran cantidad de energía estos grupos pueden liberarse y reaccionar con protones procedentes de las llamas solares. La reacción que necesita mucha energía forma moléculas de agua H2O, que se dispersará en la atmósfera. De la misma manera que se forman pueden ser desestabilizadas por el calor. Aunque una parte viajará a los cráteres de los polos, almacenándose.

Este proceso de formación de agua solo podría darse en Mercurio, dada su proximidad al Sol. Por ejemplo, en la Luna, cuyas características de tamaño y composición son muy similares, este fenómeno no podría darse.