Terremotos en Turquía, cómo nace una montaña y se seca el mediterráneo (de nuevo)
El mediterráneo es un mar que se abre y se cierra cada cierto tiempo. Cada cierto tiempo geológico. Los cálculos que tenemos indican que para dentro de 50 millones de años volverá a estar seco. Esto es debido a que la placa africana, y también la arábiga, aprietan a la euroasiática y como resultado la tierra sube en los límites de las placas. El último indicio de esto ha sido el desgraciado terremoto que ha asolado Turquía y Siria este principio de 2023, en el que se calcula que han muerto más de 35.000 personas. Y es que toda la cuenca del mediterráneo es zona de terremotos y volcanes, sobre todo en su vertiente norte, donde las placas se encuentran. Podemos verlo en la orografía del terreno, los Alpes, los Pirineos o las islas mediterráneas son un signo de este empuje que lleva produciéndose millones de años. El resultado final será que en lugar de un mar aparecerá una enorme montaña que se estima que podría ser más alta que la cordillera del Himalaya. La última vez que se secó el mar mediterráneo fue hace unos 6 millones de años, y el proceso duró unos 10.000 años. El llenado del mediterráneo de vuelta ocurrió gracias a un terremoto que rompió el dique que se había formado entre Europa y África y tan solo tardó dos años en llenarse con la mayor catarata de la prehistoria y de la historia.
No obstante, ahora cada año África se encuentra medio centímetro más cerca de España. Desde el 2000 no son pocos los terremotos que se han registrado, sobre todo en Anatolia que acumula hasta 18 de más de magnitud 5 y todavía más de menor intensidad. Italia también ha sufrido 3 terremotos de interés en los últimos 15 años y en general las islas mediterráneas como Cerdeña, o las Baleares, se están volviendo más inestables a escala geológica. Las placas africana y arábiga empujarán a la euroasiática hasta que la pasen por encima. Hace poco comentábamos el cambio en la dinámica interna de la Tierra y que los cambios podían afectar al planeta entero, tal vez esto contribuya a disminuir la fuerza con la que las placas chocan. Las mismas fuerzas que ayudaron a llenarlo una vez lo harán desaparecer. Primero por el cerramiento entre el mediterráneo y el atlántico. Después por evaporación, la mayor parte del mar se perdería mientras las tierras emergidas suben de altura con cada terremoto, hasta que finalmente solo quedarían algunos lagos salinos rodeando la mayor montaña del mundo.
Los movimientos de las placas tectónicas siempre parecen algo irreal o que pasa a una escala tan baja que no tiene ninguna influencia sobre la vida. Sin embargo, la formación de mares, cordilleras o islas son un motor evolutivo tremendo. Y parte de la riqueza actual de especies es debida a esta circunstancia. Cuando se cierre el mediterráneo y se forme esa nueva y gran cordillera los animales africanos y los euroasiáticos se volverán a encontrar y quien sabe si les dejamos la oportunidad, tal vez vuelvan los grandes felinos a Europa.