Parques Naturales
Debido a la expansión de la raza humana muchas otras especies se han visto desplazadas de su hábitat idóneo. El resultado de este desplazamiento es muchas veces la extinción de la especie o en otros casos la especie logra adaptarse en cierta medida a su nuevo ambiente. No obstante, una especie desplazada nunca tendrá el mismo éxito ecológico en una zona que no sea su ideal. Esto ocurre por ejemplo con el lince ibérico (Lynx pardinus). Este mamífero a pesar de tener espacio protegido donde vivir, la baja calidad del espacio que se les ha dado y la separación de las poblaciones existentes son la causa de que poco a poco vaya a extinguirse. No solo basta con dar un sitio para que alguien viva, sino que además tiene que poder vivir allí, si no que se los pregunten a los indios americanos confinados en las reservas desérticas estadounidenses del siglo XIX.
Para intentar evitar la extinción o al menos frenarla un poco hasta que se encuentre una solución a este problema se han desarrollado por todo el mundo las reservas, parques naturales y demás figuras legislativas para proteger un sitio de interés para especies de nuestro planeta. Estas figuras legislativas pueden dividirse en:
El primero que se creó fue el de Yellowstone y desde entonces se ha considerado como una de las mejores soluciones. La actividad humana en los parques es mínima, muchas veces se permite una actividad no industrial, como la recogida de leña para algún pueblo vecino. Los parques naturales intentan proteger paisajes de interés o bien un hábitat ecológico singular de valor científico o educativo. Es la máxima figura de protección que puede recibir un área.
Muchas veces al hacer un parque para salvar a una especie famosa (llamadas especies bandera, como el oso panda) se ayuda a conservar el hábitat de otras especies no tan famosas o guapas, pero de importancia biológica (una rara hormiga o algún coleóptero fundamental para los árboles). El mantenimiento y las acciones necesarias para salvar a las especies que se encuentran en peligro de extinción o para conservar el ecosistema corre a cargo de los gobiernos autonómicos, en los que se incluye dicho parque, en España aunque son designados por el Ministerio de Medio Ambiente, que suele financiar parte del proyecto. En otros países no tiene porque ser así y es el gobierno central el encargado de la supervisión de las actividades para la conservación, puesto que muchas veces debido a la magnitud del área del parque es un proyecto inabarcable para una única autonomía.
El tamaño de los lugares designados para los parques naturales es uno de los factores más importantes. Es fácil comprender que las zonas más exteriores del parque estarán más contaminadas por la actividad humana, carreteras, casas, etc. Es por eso que los parques deben tener un tamaño considerable para conservar un “corazón puro” en el que las especies puedan sobrevivir.
Otro factor importante son los pasillos entre parques naturales. Se ha visto que tras la creación de un parque natural este acaba “ahogado” por construcciones a su alrededor que se aprovechan del parque para tener buenas vistas o similar. Un parque completamente rodeado de casas es como una isla en la que las especies residentes no pueden comunicarse con otros miembros de su especie, por eso se intenta implementar pasillos ecológicos por los que las especies puedan intercambiar individuos entre diferentes zonas seguras, sin embargo, crearlos resulta mucho más complicado que formar parques naturales.