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Ética de la conservación de la vida silvestre 

Publicado por Marlene

¿Qué debemos tratar de proteger? 

La expansión de las demandas humanas en la tierra, el mar y el agua dulce, junto con los impactos del cambio climático, han hecho de la conservación y el manejo de áreas silvestres y animales silvestres una prioridad absoluta. Pero hay muchas razones diferentes para pensar que tal conservación es importante, y estas razones pueden moldear las políticas de conservación de diferentes maneras, y pueden crear dilemas y desacuerdos éticos. 

Los animales salvajes siempre han sido un recurso crítico para los seres humanos. Históricamente, la comida, el pelaje y el cuero fueron clave para la supervivencia humana; más recientemente, la vida silvestre ha adquirido una gran importancia económica y cultural. Los animales salvajes brindan entretenimiento en los circos, zoológicos y forman una atracción central en el turismo internacional y son miembros clave de los ecosistemas en los que los humanos confían para obtener servicios. Igualmente, los animales salvajes pueden verse como una amenaza para los seres humanos; por ejemplo, pueden ser fuentes de nuevas enfermedades humanas, y pueden dañar o consumir cultivos humanos. Lo que importa aquí, ya sea como recurso o amenaza, es cuán útil, o no, es la vida silvestre para los seres humanos. 

En los debates modernos sobre la vida silvestre, sin embargo, otros valores se han vuelto cada vez más importantes. Un enfoque está en el bienestar animal: el bienestar de animales salvajes individuales (por ejemplo, en términos de sufrimiento de los animales). También existen preocupaciones sobre la protección de especies o poblaciones de animales silvestres, sobre la protección de los ecosistemas de los que forman parte los animales silvestres y sobre la protección de la naturaleza salvaje en sí misma. El bienestar de los animales individuales importa menos donde se enfatizan las especies, los ecosistemas o la naturaleza salvaje; de hecho, la depredación dolorosa puede entenderse como la promoción de la salud del ecosistema, o como la aplicación del tipo correcto de presión selectiva en una especie como un todo. 

Valores en juego en el manejo de la vida silvestre. 

Se pueden identificar dos enfoques principales para el manejo de la vida silvestre y el manejo de la naturaleza en general: el uso racional de la naturaleza y la preservación de la naturaleza. Estos dos enfoques rechazan la irreflexiva marginación o destrucción de la vida silvestre. Pero cuando se trata del manejo real de la vida silvestre y la naturaleza, los dos enfoques difieren. El enfoque de uso racional apunta a acomodar el uso continuo de la humanidad de la naturaleza salvaje como un recurso para alimentos, madera y otras materias primas, así como para la recreación. El objetivo es mejorar y mantener el rendimiento de la naturaleza como un recurso valioso para los seres humanos. 

Para el conservacionista, por otro lado, el objetivo es proteger la naturaleza prístina, no usarla, con cuidado o de otra manera. Lo que se valora aquí es la «naturalidad» del mundo no humano. El único uso que los humanos deben hacer de las áreas protegidas es para recreación, y solo si la recreación no deja rastro.