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Matorral la agrupación vegetal más resistente y versatil

Publicado por Ramón Contreras

Las formaciones vegetales son uno de los más importantes factores que determinarán las cualidades biológicas de un ecosistema o de una región. La presencia de un tipo de vegetación u otra está determinado en gran parte por las condiciones ambientales. Sin embargo, la propia sucesión ecológica tiende a evolucionar en una dirección o en otra, cambiando el tipo de vegetación. En general las plantas de mayor porte aparecen en lugares donde la vida vegetal es más fácil. Existen, a grandes rasgos tres tipos básicos de agrupaciones vegetales básicos. El bosque se caracteriza por la vegetación de alto porte, los árboles, y permite una gran diversidad de vida animal debido a su alta producción de biomasa como productor primario del ecosistema. En el lado opuesto del espectro vegetal encontramos las praderas, que incluirían a grandes rasgos a las estepas y a las sabanas. En este tipo de formación vegetal no encontramos vegetales de porte alto. Se caracteriza por hierbas anuales, principalmente gramíneas. Entre ambas formaciones de vegetales encontraríamos el matorral, que en diferentes regiones recibe diferentes nombres como chaparral, tomillar, retamar, breñal, brezal o garriga. Las plantas leñosas de bajo porte serían las dominantes en este tipo de agrupación ecológica. Cada uno de estos 3 grupos puede incluir especies de porte menor dentro de su ecosistema. De tal modo que en un bosque encontramos matas y hierbas con frecuencia, pero en una pradera es muy raro ver árboles.

El matorral puede ser la vegetación estable de un ecosistema o región. Alta insolación y baja pluviosidad son características propias de ecosistemas que alcanzan el estado de mata. Por otro lado, la actividad humana, la tala de árboles puede llevar a un ecosistema a estar formado por matas. Las matas mantendrán el ecosistema hasta que se recupere la masa arbórea -si se puede recuperar- en lo que se llama sucesión ecológica. Es frecuente que después de un incendio en el bosque y durante la recuperación del mismo se conforme antes una vegetación de tipo matorral que de bosque.

El matorral está formado por arbustos o matas cuya altura máxima no superará los 8 metros, aunque por encima de los 2 metros se considerará especialmente alto. Este tipo de vegetación está muy ramificada, más que los árboles, y su follaje suele ser muy espeso en parte para protegerse de depredadores y de la pérdida de humedad. Las plantas que forman matorrales tienen adaptaciones xerófitas a su ambiente. Hojas pequeñas para evitar las pérdidas de agua, espinas para defenderse de depredadores, órganos de almacenamiento de agua y raices especialmente desarrolladas para alcanzar el agua del subsuelo son algunas de las características más comunes de estas plantas.

El matorral es una formación típica de las regiones subtropicales, secas o semiáridas, característica fundamental de las5 ecorregiones de todo el mundo de clima mediterráneo, por ejemplo. Sin embargo, esta formación vegetal es en realidad bastante exitosa debido a su alta versatilidad y a su capacidad para afrontar condiciones climatológicas difíciles. El páramo de montaña se extiende entre los bosques montanos y las nieves de los Andes. En esta región montañosa que atraviesa Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú las matas son muy bajas y más que por la falta de agua se caracterizan por las condiciones de temperaturas extremas y fuertes vientos. En otras regiones los matorrales son parte de sistemas dunares cercanos al mar.