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Las acacias, las plantas más mimosas

Publicado por Ramón Contreras

Las acacias son un grupo taxonómico de árboles con uno de esos rasgos evolutivos que son dificiles de entender en su contexto actual, tienen espinas. Esta curiosa adaptación para un árbol es un recuerdo del que una vez fue su mayor problema y depredador, la megafauna herbívora del Pleistoceno. Grandes animales como el perezoso gigante o el armadillo gigantes que se alimentaban de ramas enteras de árboles menos preparados que las acacias. Puedes leer más sobre la megafauna del Pleistoceno aquí y aquí.

Filogenia e historia evolutiva: Existen más de tres mil especies descritas en todo el mundo, de esas la mitad están aceptadas, pero solo usa 950 están reconocidas dentro del grupo de acacias, casi todas ellas en el continente Australiano (las demás se las conoce con el nombre popular de acacias aunque no pertenecen al género taxonómico). Las verdaderas acacias pertenecen al género Acacia, dentro de la familia Fabaceae, las fabáceas o leguminosas, caracterizadas por sus flores y sus frutos en vainas o legumbre.Dentro de la Famila se encuentran en la subfamilia Mimosoideae, algunas acacias se las conoce como mimosas. En cualquier caso, se engloban en el Orden de las Fabales, que pertenece a la Clase Magnoliopsida, las dicotiledóneas dentro de la División taxonómica Magnoliophyta, las plantas con flores del Reino Plantae.

Descripción física: Las especies de acacias presentan individuos de porte arboreo o arbustivo, todas ellas presentan espinas (estípulas, estructuras acompañantes de las hojas, modificadas).Las ramas crecen de forma alterna y su fruto tiene forma de vaina, variando el tamaño con cada especie. Las hojas presentan modificaciones para climas cálidos, como reducción de su superficie en folioloscon margen enteros. Las flores de pequeño tamaño se agrupan en estructuras casi esféricas con un color amarillo característico. Sus frutos con vaina larga, curva y en forma de haz es típico de las leguminosas. Algunas de ellas son capaces de secretar toxinas cuando notas que están siendo atacadas. Más aún, las señales para secretar estas toxinas pueden ser detectadas por otras acacias cercanas y empezar ellas también a secretar estas toxinas. Su toxicidad es variable pero está pensada para acabar con mamíferos de gran tamaño.

Distribución y hábitat: Como ya hemos dicho la mayoría de las acacias son originarias de Australia, aunque se han extendido por todo el mundo como árbol ornamental de parques y jardines. Se adaptan muy bien a climas tropicales y subtropicales (donde están las especies no australianas). Fuera de Oceanía, las acacias tienen su mayor representación en estado silvestre en África, donde es frecuente verlas en ambientes áridos y semi-áridos. Conquistando desde allí la cuenca mediterránea y expandiéndose a las zonas más inhóspitas de los alrededores cálidos y con pocas precipitaciones.

Interacción con el ser humano: durante la antigüedad en Egito y en la cultura semítica se le consideraba una planta curativa y su madera era empleada tanto para embarcaciones como para mobiliario. El Tabernáculo, el templo móvil que el dios de los hebreos les mandó construir a través de Moisés, estaba hecho en su totalidad de madera de acacia. Debido a su capacidad de producir toxinas es importante decidir bien la especie que se quiere introducir en un parque o jardín para evitar intoxicaciones.