Células acompañantes del floema
Las células acompañantes del floema, como su nombre indica, son células que ayudan a las células del floema vegetal a sobrevivir. Mientras que las células del floema están especializadas en el transporte de sustancias nutritivas desde las partes aéreas, productoras, hasta las raíces, consumidoras, sus requerimientos nutricionales son diferentes que la savia que transportan. Estas células a través de las que pasa el floema se denominan elemento criboso y tienen una pared especial para facilitar el transporte de sustancias en la vertical pero no hacia los lados. Arriba y abajo de cada una de las células cribosas hay poros que conectan directamente el citoplasma de las células. Pero la conexión entre las paredes laterales está suprimida por las paredes celulares.
Las células acompañantes son, al igual que las células cribosas, muy especializadas. De hecho, son ontogénicamente (se desarrollan a partir del embrión) de las mismas capas celulares. De hecho, las células meristemáticas que al dividirse se diferenciarán en las cribosas, la otra célula de la división se convertirá en células acompañantes. Esta división es desigual, la célula más grande formará el tubo criboso y la otra puede seguir dividiéndose para dar varias células acompañantes. Las células cribosas se encuentran tanto en el protofloema, de los tejidos más verdes y las plantas menos evolucionadas, y en el metafloema, los tejidos más avanzados. Por su parte, las células acompañantes se encontrarán tan solo en el metafloema. Cuanto más desarrollado esté este, o más evolucionada sea la planta o el tejido, mayor cantidad de células acompañantes tendrá y más regular será su disposición a lo largo del floema.
Las células acompañantes del floema tienen el metabolismo muy activo, para poder nutrir de elementos necesarios a las células cribosas para su funcionamiento. No solo en la obtención de nutrientes, sino también en la síntesis de proteínas. Las células acompañantes acaban asumiendo las responsabilidades del núcleo de la célula cribosa y le envían las proteínas. Para ello tienen plasmodesmos, poros en las paredes con las células cribosas. Como han de producir gran cantidad de proteínas en ocasiones estas células son plurinucleadas. Las divisiones transversales que deben formar las diferentes células acompañantes del floema no ocurren pero el núcleo sigue dividiéndose y finalmente se tiene una única célula con varios núcleos. Otras características de las células metabólicamente activas están presentes. Sus vacuolas son pequeñas, los nucleolos son más grnades que en otras células, su retículo endoplasmático está muy desarrollado y cuenta con gran número de ribosomas. En su núcleo la cromatina no está condensada. Estas células pueden tener cloroplastos y leucoplastos. Además, las células acompañantes tienen conexión con las células de su alrededor, denominadas células parenquimáticas del floema. El contacto con estas últimas proporcionará a las células acompañantes los nutrientes para llevar a cabo todas sus funciones.
Durante la formación del floema se deposita calosa para impermeabilizar la pared entre las células cribosas. La calosa solo se encontrará entre ellas y no entre los poros que las unen con las células acompañantes. La relación entre las células del floema y las acompañantes es muy estrecha, cuando una cribosa muere las células acompañantes asociadas, ya sea una sola o varias, también morirán puesto que habrán perdido su razón de existir.