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Una reflexión para entender el estrés biológico y porqué es importante

Publicado por Ramón Contreras

El estrés es una reacción normal que genera cualquier ser vivo ante una situación que altera el funcionamiento correcto o acostumbrado de sus actividades. Todos los seres vivos son susceptibles de estrés. Existen dos fuentes principales de estrés, el ambiente y los otros organismos del entorno. En plantas la carencia de luz o agua son las principales causas de estrés. En estos casos las plantas generan unas reacciones para 1) minimizar el daño que estas carencias pueden provocar y 2) Intentar solucionar su situación. Estas reacciones que tienen las plantas pueden extrapolarse perfectamente al resto de los seres vivos sin grandes cambios. Desde las bacterias unicelulares a los grandes mamíferos todos los seres vivos están sometidos a estrés en algún momento de su vida. En otros seres vivos a lo mejor la falta de luz no es un motivo tan importante de estrés, pero la falta de agua sin duda es el principal motivo de estrés natural en la mayoría de los seres vivos. Los elefantes son un ejemplo de una fuerte reacción a la falta de agua. Durante la temporada sea son capaces de recorrer cientos y cientos de kilómetros buscando el agua.

A parte de las causas naturales existen otras situaciones que pueden causar estrés en los seres vivos y que se relacionan normalmente con los animales, estamos hablando de las relaciones con otros seres vivos (aunque sin duda el hecho de interaccionar con un herbívoro o con un insecto chupóptero son fuentes de estrés para una planta). De nuevo con el ejemplo de las plantas podemos establecer que los depredadores son una fuente de estrés constante para las presas. En el caso de los animales generan un estrés incluso antes de que el depredador haga realmente daño a la presa. En este caso el estrés genera unas reacciones químicas en el cuerpo y una señalización hormonal que permite una reacción más potente por parte de la presa para intentar escapar.

El estrés pone al cuerpo en una situación de alerta que le permitirá reaccionar con más velocidad y contundencia ante situaciones de lucha o huida.

Visto así, el estrés es una cosa buena y necesaria para sobrevivir. Sin embargo, y ahora nos acercamos a la concepción psicológica moderna del estrés, el estrés continuado puede dar muchos problemas tanto anímicos como fisiológicos. El cuerpo, tanto de animales como de plantas, no está pensado para funcionar de forma continuada bajo los efectos activadores del estrés. Estos mecanismos que estimulan ciertas rutas metabólicas que permiten sobrevivir de forma puntual. Sin embargo, esto tiene un coste. Estas rutas son caras energéticamente por lo explosivas que han de ser las respuestas y por las propias respuestas en sí (no solo hay que correr rápido sino que hay que ponerse a máxima velocidad sin calentar). El cuerpo para mantener esa tasa metabólica tiene dos vías principales, una mover las reservas energéticas y la segunda es parar otros procesos no esenciales (entre los que se incluyen la reproducción, el crecimiento o la búsqueda de comida), sobrevivir a la situación de estrés es lo primero.

Como es fácil de entender si no se busca comida, ni se crece, ni se reproduce, el individuo o la especie acabará por morirse y extinguirse. En una situación de estrés continuado el cuerpo (a nivel celular, fisiológico y bioquímico) buscará alternativas para continuar con sus funciones. Resultado de esto es por ejemplo las ansias de comer que mucha gente sufre en situaciones de estrés. A nivel más humano estas situaciones pueden estar acompañadas de las típicas caídas de pelo o la aparición de canas bruto de la generación hormonal de situación de emergencia o el bajo riego que reciben tejidos considerados “secundarios” durante tiempos de estrés.