La renina, síntesis y activación de la hormona de la presión alta o la hipertensión
La renina es una hormona que ayuda a controlar los niveles de concentración salina de la sangre. Forma parte del sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRA). Un sistema bastante complejo para mantener la presión sanguínea estable. Esta molécula es una proteína con función catalizadora proteasa aspártica. Cuando encuentra el sustrato del angiotensinógeno es capaz de cortar ésta molécula y transformarla en su forma activa, el péptido angiotensina I. cuando se describió por primera vez la renina a finales del siglo XIX se creyó que era la causante de la hipertensión. Sin embargo, cuando se consiguió aislar se comprobó que era necesaria otra molécula para elevar la presión sanguínea, el angiotensinógeno o su forma activa, la angiotensina. Puedes leer más sobre la angiotensina en su propio artículo aquí .
La renina es un enzima que circula de forma libre en la sangre. En el riñón es sintetizada en las células granulares. Estas células tienen como única función principal sintetizar esta enzima y liberarla al torrente sanguíneo en los riñones desde donde se distribuye a todo el cuerpo. Estas células forman parte del aparato yuxtaglomerular que se encarga de controlar el correcto funcionamiento de las nefronas. El riñón es un órgano conocido por ser un filtro a través del cual pasa toda la sangre y el exceso de sales y otros compuestos de deshecho son extraídos de la sangre junto con grandes cantidades de agua, que tras ser filtradas formarán la orina. Así que la síntesis de la renina en este órgano tiene mucho sentido puesto que es aquí donde tendrá lugar su función principal.
Para que las células glomerulares sinteticen y liberen renina han de notar que la presión sanguínea disminuye porque hay poca sangre o se está moviendo poco a poco. Además la renina también es liberada si la concentración de sodio que está filtrando el aparato yuxtaglomerular está por debajo de unos mínimos o cuando le llegan señales exteriores de otras regiones del cuerpo pidiendo que aumente la presión sanguínea que activa los receptores de membrana de las células glomerulares adrenérgicos beta-1, por ejemplo en situaciones de estrés. Aunque el riñón es la principal fuente de renina otros órganos como los ovarios o los testículos pueden secretar una pequeña cantidad que se cree que utilizan de forma autocrina.
El gen de la renina en humanos se encuentra en el cromosoma 1 y genera una cadena de 406 aminoácidos. Sin embargo, la renina activa es un polipéptido de 340 aminoácidos. Por lo que se sintetiza en una forma inactiva. Esta cadena polipeptídica nativa ha de sufrir el corte por parte de una proteasa que elimina 20 aminoácidos del extremo N-terminal convirtiéndose en prorrenina (386 aminoácidos), una forma muy poco activa (3% de la actividad de la renina). Esta forma poco activa puede ser liberada al torrente sanguíneo y es entre el 50% y el 90% de la renina circulante. La prorrenina que circula puede adoptar otra conformación para exponer su centro activo al entrar en contacto con receptores de membrana específicos en otros tejidos como arterias o en el corazón.
Por otro lado, tan solo el 25% de la prorrenina será convertida a renina. Además, esta activación ocurre exclusivamente dentro de las células yustaglomerulares. Para ello necesita la acción de la proteasa intracelular captesina B para cortar el segmento inactivador que mantenía el centro activo tapado. Entonces la renina activa es liberada y puede interaccionar con el angiotensinógeno convirtiéndolo en angiotensina I.