Premio Nobel de Química 2020: Edición genética por CRISPR-Cas y la decepción española
Este año 2020 el premio Nobel de Química ha sido concedido aun proyecto de genética (hay que recordar que no existe el Nobel de biología). Las científicas Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna han sido las premiadas por su trabajo «The development of a method for genome editing», el desarrollo de la técnica CRISPR-Cas en humanos que permite la edición genética. La técnica que ha sido probada en humanos con grandes recelos y controversias. Puedes leer nuestros artículos sobre la técnica CRISPR-Cas9 y sobre edición genética humana en sus propios artículos.
Es un premio merecido y que llevaba años rondando sobre si se iba a dar a tamaño descubrimiento. Tras años de tentativas infructuosas este año finalmente el premio ha sido concedido. Pero ha dejado un regusto amargo para muchos científicos cuando han visto que el principal descubridor del proceso, el español Francis Mojica, era omitido del prestigioso premio. Como ya le había pasado en otros premios, incluido en su propio país cuando fue excluido del premio Princesa de Asturias que se les concedió a ambas mujeres. Tal vez sea una de las desafortunadas decisiones del mundo de los Nobel de los últimos años. Obviar la aportación del español es como no premiar a Watson y Crick por el descubrimiento del ADN (o a quien sea que lo descubriera realmente).
Otros premios han sido más conscientes de la participación de Mojica, como por ejemplo BBVA que compartió con las científicas americana y francesa. La prestigiosa revista científica Nature también reconoció su participación y recordó que incluso la creación del nombre de la técnica “CRIPR-Cas” es del investigador Español. Su descubrimiento fortuito y la descripción del proceso en una bacteria que el español publicó permitió que posteriormente las investigadoras replicaran el proceso ya descrito de forma artificial aislando los componentes. El sistema inmunitario descubierto por el investigador en sus instalaciones de Alicante resultó ser una compleja maquinaria de reconocimiento de secuencias específicas de ADN y de cortado de secciones enteras del genoma. Las aplicaciones de este descubrimiento de 1995 no se vieron potenciadas hasta que las investigadoras americana y francesa en 2012 demostraron que podía ser puesto a trabajar a voluntad. Habían pasado casi 10 años en los que Mojica había trabajado y publicado sobre este descubrimiento en bacterias sin que se generase interés en el tema. Es este el punto clave de la concesión del premio a las dos mujeres. La aportación de ellas fue clave para que el trabajo de Mojica cobrara relevancia. El mecanismo de reconocimiento y cortado podía ser guiado y por tanto amplificado a todos los seres vivos. Posteriormente se vio que estaba realmente presente en otros seres vivos y que la extrapolación del mecanismo era mucho mayor de lo esperado.
La técnica tiene una potencialidad enorme, sus aplicaciones a enfermedades genéticas son casi infinitas. Sin embargo, la sociedad se siente reticente a ciertos cambios. Los problemas éticos de la edición genética de humanos son visibles. Aunque el investigador chino He Jiankui publicó que había manipulado el genoma de dos fetos para protegerlos contra el VIH y que habían nacido dos niñas, la comunidad científica no vio con buenos ojos el experimento. Es posible que estos experimentos y controversia asociada hayan ralentizado la obtención del Nobel por parte de las investigadoras.