Niveles de organización de los seres vivos
Que los seres vivos son complejos es un hecho. Sin embargo, a los seres vivos, como un problema de matemáticas o de física puede subdividirse en niveles más sencillos que son necesarios conocer para entender el conjunto, es a cada uno de estos niveles que denominamos “Niveles de organización de los seres vivos”. Si pensamos en los seres vivos como estructuras que hay que estudiar, la biología es la rama de la ciencia que estudia los seres vivos en todos sus niveles de organización (de complejidad estructural). En este aspecto la biología empieza a estudiar a los seres vivos casi a un nivel atómico, el nivel más sencillo del que se ocupa la biología es el nivel molecular. En este aspecto no solo la materia orgánica, derivada de la agrupación de cadenas de carbonos por enlaces químicos, sino también multitud de moléculas inorgánicas (como el fosforo inorgánico, los protones de la bomba de ATP, o los iones de las bombas sodio y potasio) han de ser estudiadas para comprender el funcionamiento bioquímico de los seres vivos.
En segundo lugar encontramos el nivel celular. Todos los seres vivos están formados por una o varias células, por lo que ésta responde a la unidad estructural de menor tamaño que puede funcionar de forma independiente. En este aspecto, todos los seres vivos están compuestos por diferentes moléculas que en conjunto otorgan a la célula unas características propias. Contiene moléculas de ADN para la transmisión de la información, membranas que compartimentan los espacios dentro de las células y enzimas y proteínas con funciones diversas, tanto estructurales como metabólicas. Dentro del nivel celular podemos encontrar un rango de complejidad diverso, tanto en los procariotas, más sencillos y los eucariotas, más complejos. Se puede hacer referencia a un nivel de organización subcelular, que estudiaría las estructuras de la célula, como la mitocondria, el cloroplasto o el resto de orgánulos celulares.
Cuando las células se juntan forman el nivel de los tejidos, conjuntos de células del mismo tipo, que actúan coordinadamente para realizar una función. Los tejidos más fáciles de identificar posiblemente sean los músculos o los huesos. Sus células se han diferenciado para realizar una función concreta, perdiendo la capacidad de realizar otras funciones.
A continuación los tejidos se agrupan en órganos, que son un conjunto de tejidos que cooperan para llevar a cabo una función superior. Por ejemplo el corazón, cuenta con tejido muscular, pero también con tejido nervioso y tejido sanguíneo. Cada uno de los tejidos representa un papel indispensable en el corazón.
Los órganos a su vez podemos agruparlos en sistemas. El sistema digestivo cuenta con diferentes órganos que intervienen en su actividad, desde la boca, el estómago o la vesícula, son órganos complejos que forman parte del sistema digestivo.
Los sistemas finalmente forman los individuos que representan un nivel de complejidad elevadísimo, en el que los sistemas digestivos, sanguíneo, motor, nervioso, etc. se coordinan para dar al organismos de una coherencia.
Por encima de los organismos todavía existen más sistemas de organización. De su estudio se encarga la ecología y por nombrarlos brevemente son: las poblaciones de una única especie, las comunidades de diversas especies que cohabitan, los ecosistemas formados por todas las comunidades conectadas de un entorno geográfico y finalmente la biosfera, que es el cinjunto de todos los ecosistemas de un planeta.