Evidencias de la relación entre la biodiversidad y los servicios ecosistémicos del suelo
Una de las preguntas clave para mantener la provisión continua de servicios ecosistémicos proporcionados por los suelos y su biota es si el funcionamiento depende del número de especies presentes (biodiversidad), de especies clave, rasgos de las especies o de la composición de las comunidades.
Un aspecto de los suelos es su alta biodiversidad. Debido a esta gran riqueza de especies, se ha planteado repetidas veces que la mayoría de las especies de la biota del suelo son redundantes (es decir, que la pérdida de algunas especies generalmente no afectará la tasa de una función del ecosistema o los servicios prestados). Existe amplia evidencia de que las comunidades de suelo están adaptadas a condiciones ambientales específicas y un determinado tipo de recursos. Por lo tanto, cualquier cambio en las condiciones ambientales puede tener un efecto negativo en la riqueza de las especies y, por lo tanto, influir en el rendimiento de estas comunidades y perjudicar gravemente el funcionamiento. Lo más probable es que esto último ocurra en situaciones donde las comunidades son pobres en especies, como los sistemas administrados o en ambientes extremos, lo que limitará la capacidad de la comunidad para adaptarse a las nuevas condiciones.
A pesar de la evidencia de una gran contribución de ciertas especies clave al funcionamiento del ecosistema, también hay evidencia que refuta la hipótesis de redundancia y demuestra que la riqueza general de las especies tiene una influencia positiva en el funcionamiento del ecosistema. Brussaard et al. (2007) concluyeron de una revisión de experimentos y estudios que existe una gran certeza en la capacidad de la biodiversidad del suelo para facilitar la estabilidad del ecosistema frente al estrés y las perturbaciones; que la diversidad microbiana proporciona protección contra enfermedades transmitidas por el suelo; y que la diversidad micorrízica influye positivamente en la eficiencia del uso de nutrientes y, en algunos casos, en la eficiencia del uso del agua. Esto sugiere que la pérdida de especies que pueden parecer redundantes o tener poco impacto en el funcionamiento general del ecosistema puede tener consecuencias inesperadas.
El efecto realizado del aumento de la biodiversidad en la función y los servicios de los ecosistemas varía considerablemente entre los estudios ecológicos, tanto sobre tierra como bajo tierra, y dependerá del contexto, de las condiciones ambientales y de la escala espacial y temporal de la investigación. En particular, se ha resaltado que la mayoría de los estudios sobre el funcionamiento de la diversidad, ya sean manipulaciones de comunidades sobre el suelo o subterráneas, utilizan comunidades reunidas al azar cuando las extinciones de las especies en los sistemas naturales no son aleatorias. La evidencia indica que las especies con rasgos particulares a menudo se pierden más fácilmente que otras, lo que sugiere que ciertas funciones, en los suelos y en otros lugares, pueden ser particularmente sensibles a las extinciones de especies. En consecuencia, existe un potencial para la pérdida de estas funciones debido incluso a pérdidas menores de especies. Es fundamental que dichos patrones se consideren en contexto para futuros estudios que investiguen la relación entre servicios de biodiversidad y ecosistema.