Biología
Inicio Fisiología Animal La nefrona, estructura y función

La nefrona, estructura y función

Publicado por Ramón Contreras

Dentro del aparato urinario los riñones juegan un papel central. En ellos se filtran las impurezas y deshechos de la sangre que serán expulsados en la orina. Todos los vertebrados tienen riñones, desde peces a mamíferos y aves contamos con este órgano. Al ser animales de simetría bilateral, lo más frecuente es tener dos riñones, pero en peces, donde por su morfología los riñones estarían muy juntos, se han fusionado. Dentro del riñón, la nefrona es la unidad funcional y estructural que lleva a cabo esta función tan importante en el cuerpo.

La nefrona está formada por varias regiones tubulares que recogerán los desechos que viajan en la sangre.

Decimos que la nefrona es la unidad funcional y estructural del riñón porque el riñón está constituido por millones de nefronas y tejidos de soporte para que estas mantengan su estructura. La función del riñón es filtrar la sangre y concentrar los desechos en la orina, esta función la llevan a cabo las nefronas, que no son más que tubos especializados que permiten el intercambio de agua y sales entre la sangre y el interior del tubo que forma la nefrona.

La nefrona está constituida por varias regiones diferenciables, todas ellas están recubiertas de un sistema de capilares que permiten el intercambio de agua y sustancias (pero no células sanas) entre el sistema circulatorio y el sistema excretor. La primera de estas regiones es la cápsula de Bowman. Esta región es, como su nombre indica, una cápsula dentro de la cual se intercambiarán sustancias con el glomérulo, un conjunto de capilares sanguíneos que llegan por la arteria renal. A continuación, este líquido viajará por dentro de las siguientes partes de la nefrona. El líquido viajará primero por túbulo proximal (por ser el que está más cerca de la cápsula de Bowman). Aquí se reabsorberá la mayoría del agua que se ha vertido a la nefrona, alrededor del 70%. Además, arrastrados por el agua, se volverán a pasar al torrente circulatorio una gran cantidad de solutos. Este intercambio se consigue gracias a las bombas sodio/potasio (El agua en las células y cómo hacemos para no perderla), que son capaces de arrastrar moléculas de agua que interaccionan con los iones de sodio.

A continuación el líquido que queda circulará por el asa de Henle. Esta parte de la nefrona forma exactamente un asa u horquilla, y en comparación con el túbulo proximal y distal es mucho más estrecha. Esto es debido a que así aumenta la superficie de contacto entre el líquido de su interior y el sistema circulatorio. En ella se recoge de nuevo líquido en la parte que desciende, así se consigue una orina concentrada, puesto que es impermeable a solutos. Ya no se volverá a intercambiar agua, así que este segmento determina la cantidad de agua que perdemos del cuerpo. Mientras que en la rama ascendente (impermeable al agua) se intercambian solutos. Salen del asa Na, Cl, Mg, Ca o K, mientras que el capilar sanguíneo cederá K e H. En esta región perfilamos la cantidad de solutos que no necesitamos y empezamos a expulsarlos.

Finalmente, en el túbulo contorneado distal se seguirán intercambiando iones, principalmente cloruro de sodio, al acabar la sangre estará purificada y a un nivel aceptable de compuestos que el cuerpo no necesita. Dependiendo de la disponibilidad de agua que tengan los riñones podrá pasar más solutos al sistema excretor, debido a que más agua podrá aceptar iones en el asa ascendente y en el túbulo distal.