Funciones del cerebelo
El cerebelo es una parte del encéfalo cuya función principal es el control de toda la actividad motora del organismo. Está situado dentro de la cavidad craneal en la parte posterior y debajo del cerebro, teniendo la cavidad en la que se aloja cierta independencia de la cerebral. Aunque en peso es solo el 10% de la masa encefálica, en número de neuronas es otra cosa. Cuenta con alrededor del 80% de los cuerpos neuronales del cerebro. Toda la información que genera el cerebro para responder a estímulos es enviada al cerebelo que es el que se encarga de coordinar todos los movimientos.
El cerebelo es un órgano impar que se encuentra entre el cerebro y la espina dorsal. Se encuentra en todos los vertebrados, lo que revela su origen antiguo en el principio del grupo. No en vano el movimiento coordinado del cuerpo es de tanta importancia para los animales. En cualquier caso, el tamaño del cerebelo ha ido aumentando desde los peces hasta los mamíferos. Los primates y el propio ser humano cuentan con unos de los cerebelos más desarrollados de todos los vertebrados, será acaso por el desarrollo de las habilidades finas manuales. Durante el desarrollo del ser humano el cerebelo adquiere mayor protagonismo. Un infante cuenta con un cerebelo pequeño unas 20 veces más pequeño que el cerebro. A medida que se desarrolla el individuo la proporción de volumen del cerebelo respecto al cerebro aumenta hasta ser tan solo unas 8 veces más pequeño -posiblemente relacionado con todas las funciones motoras que aprende el individuo durante el crecimiento-.
El cerebelo recibe información de todo el organismo. Los receptores sensitivos y el cerebro se coordinan en el cerebelo para enviar la respuesta motora en el momento preciso. Por otra parte el cerebelo como controlador de los músculos de todo el cuerpo es el encargado de mantener el equilibrio y realizar las pequeñas rectificaciones en la contracción muscular de uno u otro músculo para poder mantener la posición bípeda en el caso de los primates y las aves, o el equilibrio a cuatro patas en otros mamíferos. El cerebelo tiene un gran número de aferencias, o vías de comunicación con otras regiones. Se ha demostrado la relación entre el cerebelo y las emociones -producidas por la amígdala cerebral y el sistema límbico, que modulan la forma de comportarnos, pero también nuestra postura y nuestros movimientos. De forma similar el cerebelo se relaciona con regiones cerebrales que coordinan el pensamiento. El habla o la memorización de movimientos y de lugares se encuentran relacionadas indiscutiblemente con el cerebelo, que es el encargado de coordinar el movimiento de los labios y la garganta para hablar o de movernos de forma asi automática dentro del propio hogar.
El estudio del cerebelo es muy complicado, todo lo que se sabe de él, que no es mucho, viene en gran medida del estudio de individuos en los que la actividad de esta parte del cerebro se ha visto comprometida. Ya sea en un accidente o por una embolia, cuando el cerebelo se daña se pueden observar los problemas relacionados con el equilibrio o el movimiento muscular coordinado.