Biología
Inicio Embriología Segmentación: desde el zigoto a la blástula

Segmentación: desde el zigoto a la blástula

Publicado por Victoria González

La segmentación es un proceso por el cual el zigoto, unicelular, recupera la multicelularidad. Por sucesivas mitosis, se van obteniendo células que se denominan blastómeros, y pueden ser iguales o de tamaños diferentes. Al final, se obtiene una blástula cuyo volumen será similar al del zigoto, ya que el citoplasma no se incrementa. Es un proceso rápido, se producen muchas divisiones en poco tiempo. En un determinado momento, el proceso se ralentiza y la tasa de división celular cae. Dicha caída está regulada por la relación entre el volumen de la célula y el volumen del núcleo. Se trata de un proceso regulado en todo caso por el genoma materno. Además, durante la segmentación no es necesaria la transcripción de ARN mensajero.

Los factores que controlan la segmentación son la orientación del huso mitótico y la cantidad y distribución del vitelo, ya que en zonas con mucho vitelo las células no pueden dividirse.

Tipos de segmentación: la segmentación varía según el vitelo que tenga el huevo del que procede el zigoto. Si son alecitos, oligolecitos o mesolecitos, la segmentación es total y holoblástica. Sin embargo, en los polilecitos la segmentación es parcial o meroblástica. Además, la orientación del huso mitótico hace que cada una de estas segmentaciones tenga variantes: la segmentación holoblástica puede ser radial (se producen divisiones meridionales o ecuatoriales respecto al eje animal-vagetativo), espiral (divisiones perpendiculares unas a otras pero con un cierto ángulo de desviación respecto al eje animal-vagatativo), bilateral (solo hay un eje de simetría y se obtienen células de distinto tamaño unas de otras) o rotacional (cada célula sigue un plano de división). Por otro lado, la segmentación meroblástica puede ser de tipo discoidal o superficial.

Patrón de segmentación en Amphioxus: el Amphioxus es un precursor de los vertebrados que en lugar de cráneo y columna vertebral tiene notocorda. En é, la segmentación es holoblástica radial, que da lugar como resultado a un embrión con ocho blastómeros. Por sucesivas divisiones se obtiene la blástula, compuesta por una única capa de células como pared y el interior hueco.

Patrón de segmentación del erizo de mar: en el erizo de mar, un equinodermo, la segmentación es holoblástica, radial y desigual. Como resultado, se obtiene una blástula hueca con una pared compuesta por una única hilera de células que en su etapa joven presentan cilios.

Patrón de segmentación en anfibios: los procesos de división vienen dados por la distribución asimétrica en el polo vegetativo. En este caso, la segmentación es holoblástica, radial y desigual. Se trata de un proceso muy rápido, dura apenas 24 horas. En el polo animal, el surco de segmentación avanza a 1 milímetro por minuto aproximadamente, mientras que en el vegetativo el vitelo retarda su avance 0,1 milímetros por minuto. Algunas de las células de la mórula resultante estarán cargadas de vitelo y servirán para alimentar al embrión.

Patrón de segmentación en aves y reptiles: en aves y reptiles, la segmentación es meroblástica discoidal. En este caso, el vitelo es abundante y se encuentra en el polo vegetativo, lo que impide que la segmentación sea total. Así, solo se divide el disco germinal situado en el polo animal. Como resultado, se obtiene una blástula discoidal que se sitúa sobre el vitelo sin dividirse.

Patrón de segmentación en mamíferos: en los mamíferos, la segmentación es holoblástica rotacional. En este caso, la primera división es meridional, pero las siguientes son ecuatoriales y rotacionales. Como resultado, se obtiene una mórula compacta que luego se transforma en una blástula con una cavidad central, el blastocele, rodeada por una capa de células, el trofoblasto, que dará lugar a la placenta.

Patrón de segmentación en peces: en los peces, la segmentación es meroblástica discoidal. En este caso, el vitelo es abundante y se encuentra en el polo vegetativo, lo que impide que la segmentación sea total. Así, solo se divide el disco germinal situado en el polo animal. Como resultado, se obtiene una blástula discoidal que se sitúa sobre el vitelo sin dividirse.

Es importante destacar que la segmentación es un proceso fundamental en el desarrollo embrionario, ya que es el primer paso para la formación de los diferentes tejidos y órganos del organismo. Además, la correcta segmentación es esencial para la viabilidad del embrión, ya que cualquier error en este proceso puede dar lugar a malformaciones o incluso a la muerte del embrión.