Nueva técnica de extracción de litio promete abaratar las baterias y descontaminar las aguas
El litio forma parte de un nuevo conjunto de minerales que tendrán una alta demanda este siglo XXI. Así como el hierro, el cobre o el carbón y el petroleo han sido durante diferentes épocas minerales de especial interés. Cada época y su tecnología trae nuevas necesidades en este aspecto. Las tierras raras o el coltan son junto con el litio los nuevos elementos clave de una serie de tecnologías dispuestas para revolucionar el mundo. Las baterías de litio son en este aspecto parte de la revolución energética verde que está teniendo lugar. Sin embargo, las cantidades de este mineral que se extraen son muy bajas y sus reservas difíciles de conseguir a pesar de ser uno de los componentes principales de la litosfera. Es para esta revolución energética que las nuevas tecnologías de extracción de litio de agua de mar pueden darle el impulso necesario para hacerla barata y eficiente.
El litio se extrae de forma tradicional de minas, mientras que esta nueva tecnología lo extraerá del agua marina. En ella la concentración del elemento es muy baja, alrededor de 0,2 partes por millón. Una técnica electroquímica y una membrana semipermeable de cerámica con óxido de litio, lantano y aluminio de un paso que permite el movimiento de los átomos de litio pero no de otros metales más pesados son los elementos claves para retener el litio y aislarlo del agua. En este aparato de tres cámaras es altamente complejo con un ánodo de platino-ruterio embebido en una solución de cloruro de sodio y un cátodo de cobre con los mismos metales que el ánodo. En las primeras pruebas con aguas del mar rojo, donde la concentración es especialmente alta, se han conseguido que cada kilo de litio cueste unos 5 dólares de electricidad, un precio relativamente bajo en comparación con lo que cuesta la extracción convencional. El resultado final es un producto con una concentración de unas 9.000 partes por millón. Pero no solo eso, el mismo proceso genera sodio e hidrógeno, este último otro de los combustibles llamados a revolucionar la automoción. Ya solo con estos productos parece que el proceso sale rentable a pequeña escala. Habrá que ver sise puede escalar el proceso para obtenerlo a nivel industrial. De ser así, el precio del litio y el hidrógeno y con ello el de las baterías de litio (para acumuladores eléctricos) o los motores de hidrógeno podrían verse enormemente favorecidos.
Esta solución puede ser además beneficiosa para el medio ambiente. Las minas de litio son un contaminante potencial de las aguas, concentraciones altas pueden ser muy tóxicas para el ser humano. Para la extracción de litio se necesita una gran cantidad de agua, para limpiar las arcillas y diversos filtrados. El uso de este método podría no solo evitar la contaminación de acuíferos cercanos a las minas y sus procesadoras sino también podría al final limpiar la contaminación de las aguas profundas causada por las minas, a fin de cuentas ese agua ya es rica en litio, justo lo que necesita esta nueva técnica para mejorar su eficacia.