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Contaminación

Publicado por Ramón Contreras

En uno de los principales problemas de la vida del siglo XXI, está en boca de todos y parece que es el responsable de gran parte de las desgracias medioambientales del siglo pasado, estamos hablando de la contaminación. Incluso es posible que hayas leído por ahí que la contaminación mata a nueve millones de personas al año. Pero, ¿qué es exactamente la contaminación?

La contaminación es cualquier tipo de intromisión en un ecosistema (ya sea debida a la introducción de factores físicos como energías) que hacen que el ecosistema sufra una perturbación que lo altera, impidiendo su uso, normalmente por los humanos, pero también se puede considerar que impida su uso para otros seres vivos. Las contaminaciones físicas son más fáciles de entender. Por ejemplo, un vertido de basura en un río hará que el río deje de ser apto para que vivan ahí los peces, o que otros animales puedan beber de él. En el caso de las energías, no nos referimos a las energías negativas de la gente, nos referimos a, por ejemplo, la radiación que emiten los desechos nucleares, que han impedido la vida en lugares como Chernobyl durante 30 años y todavía lo hará durante cientos de años. Aunque no es la energía nuclear la única que puede tratarse como contaminación. El calor, derivado del cambio climático o el producido por la actividad humana altera significativamente la temperatura del entorno alterando el ecosistema a su alrededor. Solo hay una forma eficaz de evitar la contaminación, controlar el vertido.

Un caso particular de contaminación es la polución. La polución puede darse tanto en el aire como en el agua, y es exclusivamente de origen humano, derivada de la industria y los procesos biológicos, como la ganadería o los desechos humanos. Recientemente se ha hablado de la polución por plástico. Los océanos, el vertedero final de todas las sustancias que el hombre genera, están llenos de plásticos. Tanto es así que se habla de que para el 2050 habrá más plásticos que peces en el mar. O por ejemplo, en muchas playas de islas en las que no hay presencia humana cuentan con pedazos de plástico que han llegado cruzando los mares.

Un caso curioso y que ejemplifica cómo funciona la actividad humana, es la contaminación espacial. Sí, ya la hay, muchos son los países que han enviado misiones de diversa índole al espacio, alrededor de la Tierra, la Luna u otros planetas. Muchas veces estas misiones fallan y los satélites, módulos o equipo quedan flotando en el espacio, normalmente alrededor de la Tierra generando una nube de componentes en órbita alrededor del planeta.

Uno de los factores más importantes en cuanto en contaminación es la capacidad de degradación. Existen compuestos que no son degradados por procesos naturales, como el plástico o concentraciones de metales pesados como el plomo o el mercurio. Con estos elementos es mejor intentar reciclarlos o controlar su vertido. Cerca de este grupo existen sustancias que a pesar de ser degradables tardan miles, cientos de años en degradarse, o incluso tan solo lustros. En la actualidad la mayoría de plásticos forman parte de este grupo de degradación lenta y otros componentes como ropa o compuestos de la industria. La mejor solución para ellos es el vertido controlado para evitar que se dispersen por los ecosistemas. Los componentes degradables por procesos físicos y químicos y los elementos biodegradables, son los menos problemáticos. Sin embargo, el vertido excesivo de ellos puede hacer que el ecosistema se sature y sea incapaz de degradar a la misma velocidad que se vierten, por lo que su control también es necesario.