La predicción climática para 2023
El año 2022 acaba de cerrar con unos datos térmicos que son para mirarlos dos veces. Este año pasado se han alcanzado temperaturas extremas tanto en invierno como en verano. El mercurio ha subido mucho más de lo normal y durante mucho más tiempo tanto en el hemisferio Sur como en el Norte. Las heladas en EE. UU. las olas de frío y de calor excesivo en UK y los golpes de calor de los que hemos hablado por aquí en Argentina o Australia son solo la nota anunciada por cientos de investigadores que llevan alertando sobre el problema climático. No es de extrañar que haya tanto golpes de frío como de calor, puesto que están ligados. Las temperaturas altas causan un desequilibrio en las corrientes del planeta y por lo tanto acaban causando las bajas temperaturas que se han registrado en zonas templadas.
Los datos meteorológicos apuntan a que 2023 será todavía más extremo, con mayor cantidad de olas de calor en verano y más largas y con mayores olas de frío en inverno con menores temperaturas. La temperatura media del planeta se cree que pasará por décimo año consecutivo 1 grado centígrado por encima de los datos recogidos ante de la época industrial. Esto no es mucho, a fin de cuentas las variaciones térmicas anuales e incluso diarias son mayores que ese grado. Eso es verdad, pero es una tendencia clara, la temperatura está subiendo gradualmente en el mundo. Tal vez a la gente que vive en las zonas templadas no les afecte directamente pero estoy seguro que todos hemos oído hablar de como las nieves perennes de muchos sitios van desapareciendo.
Las olas de calor de 2022 han roto todos los registros (el año más caliente fue 2016, pero en cuanto a las temperaturas puntuales ha ganado 2022). Han sido más cálidas y más largas que nunca y 2023 parece que no solo va a repetir la jugada, sino que va a ser peor. Entre los datos que avalan esta predicción está que en 2023 se acabará La niña sobre el océano Pacífico, un fenómeno meteorológico que dura unos 3 años y que disminuye las temperaturas. Por otra parte, las bajadas de emisiones en 2020 a causa de la pandemia han sido sobradamente recuperadas en 2021 y 2022, está claro que en 2023 las emisiones no dejarán de aumentar a falta de políticas globales que regulen la emisión de gases invernaderos y otros relacionados con el calentamiento global.
Pero no solo las temperaturas, si recordamos bien durante 2022 hemos tenido grandes inundaciones (porque los efectos del clima no se ven solo en invierno y en verano, las épocas de lluvias y sequías también se han visto alteradas). Grandes regiones del mundo se han visto sobrepasadas por las aguas torrenciales como en Pakistán o por terribles sequías interminables como en el cuerno de África.
En definitiva 2023 tiene todas las papeletas para ser más de lo mismo pero más. Las previsiones climáticas son poco halagüeñas. Podemos esperar más olas de calor y de frío, más lluvias torrenciales y sequías y en general una temperatura más alta. Ahora solo nos queda por ver como eso sigue afectando al planeta y a la biodiversidad que tenemos.