¿Qué es la Hematopoyesis?
La hematopoyesis es el proceso de formación de las células de la sangre, los glóbulos rojos (eritrocitos), glóbulos blancos (leucocitos) y las plaquetas. Todos estos tipos celulares provienen de un antecesor común al que se denomina hemocitoblasto o célula madre hematopoyética multipotente, pues tiene la capacidad de dar lugar a los varios tipos celulares propios de la sangre.
La hematopoyesis o hemopoyesis comprende todos los procesos de división, desarrollo y maduración de todos los tipos celulares que se generan en la médula ósea y que se incorporaran al torrente sanguíneo. Durante el desarrollo del embrión, diferentes regiones se han encontrado con células madre hematopoyéticas. Al principio estas células se encuentran en una región de pocos milímetros, en el tronco y el saco vitelino, en este estadio el embrión tiene tan solo 3 semanas de vida y es en este momento en el que se empieza a formar el corazón y a tomar forma el individuo. A medida que el embrión se desarrolla esta región pierde la capacidad de formar células sanguíneas y toma el relevo el hígado en formación, al que migran las células desde el saco vitelino sobre el tercer mes de gestación. A partir de la formación del individuo alrededor de los 7 meses de embarazo (en humanos), los huesos se convierten en los protagonistas del proceso de formación de células sanguíneas debido a que las células vuelven a migran desde el hígado, y apara quedarse allí. Durante la infancia, hasta los 5 años de edad todos los huesos tienen médula roja y por lo tanto pueden formar células sanguíneas. Aproximadamente a los 25 años la tibia y el fémur dejan de poder realizar la hematopoyesis. Sin embargo, los huesos del cráneo, las costillas, las vértebras o el esternón y la pelvis mantienen la capacidad de generar células sanguíneas durante toda la vida.
Cada tipo celular tiene un desarrollo diferente, denominados eritropoyesis, granulopoyesis, monopoyesis, linfopoyesis o trombopoyesis, dependiendo si se refiere a eritrocitos, granulocitos, monocitos, limfocitoss o plaquetas respectivamente. Todos estos tipos celulares surgen a partir de la división y posterior diferenciación de una de las células hijas resultantes de la división. Por lo tanto, el hemoblasto “multipotente” dará lugar a una célula con capacidad de diferenciarse en un único tipo celular y a otra que mantendrá la capacidad de volver a dividirse para repetir el proceso. La célula que se diferencia se vuelve “unipotente”. Dependiendo del tipo celular (eritrocito, linfocito, etc.) esta célula se volverá a dividir una o dos veces para dar lugar a diferentes estados intermedios de formación. Durante este tiempo, en el interior de la célula ocurren cambios en la expresión génica que producirán proteínas propias del tipo celular y durante la maduración se irá preparando para llevar a cabo su función en la sangre. Todos los granulocitos (basofilos, eosinofilos y neutrofilos) se forman a partir del mismo tipo celular progenitor aunque en diferentes cantidades.
La vida media de cada tipo celular es diferente. Los glóbulos rojos tienen una vida media de 3 meses, por ejemplo. En cualquier caso, la formación de células sanguíneas es continua y está modulada por señales internas, como la necesidad de más glóbulos blancos ante una infección o de plaquetas en caso de herida.