Hepatocitos
Los hepatocitos son el tipo celular propio del hígado de los animales. El hígado es el órgano más grande de todas las vísceras del ser humano. Entre sus funciones se encuentran la actividad metabólica de síntesis de proteínas sanguíneas y el almacenamiento de vitaminas y colágeno. Puedes leer más sobre este órgano en el artículo que le dedicamos aquí (próximamente). Además el hígado es el único órgano con capacidad regenerativa, debido a la presencia de células progenitoras indiferenciadas de hepatocitos en su interior.
Origen embrionario: los hepatocitos comparten un origen embrionario con las células ductales biliares, que también forman parte del hígado. Ambos tipos celulares descienden de células endodérmicas multipotenciales, que al recibir señales químicas del mesénquima portal entran en diferenciación para formar el hígado durante el desarrollo embrionario temprano. Estos tipos celulares son epiteliales y se forman solo tras la migración de las células progenitoras desde la capa más interna del embrión, el endodermo, hasta una localización más superficial del embrión. Es del endodermo del que se generan tanto los nervios acústicos como los alveolos pulmonares o los tubos colectores de los riñones. Puedes leer más sobre el endodermo durante la embriogénesis en el artículo que le dedicamos aquí.
Morfología: el 80% del tejido hepático está formado por hepatocitos que forman acimos con estructura lobulada. Los hepatocitos son células de forma más o menos poliédrica, con un número de caras variable. En su interior se encuentran 1 o 2 núcleos con aspecto esférico. En su interior encontramos muchas veces el material genético duplicado; si tienen solo un núcleo, éstos suelen ser poliploides. Independientemente del material genético que contengan tienen un nucléolo fácilmente reconocible al microscopio, como fruto de la gran actividad de transcripción de ARN que tiene lugar en los hepatocitos. En el citoplasma de estas células encontramos un número de mitocondrias por encima de la media y un retículo endoplasmático prominente. De forma exclusiva dentro de las células animales en su citoplasma se encuentran inclusiones de glucógeno y ocasionalmente de grasa.
La cara del hepatocito que da al espacio de Disse, y al túbulo biliar presenta microvellosidades para aumentar el intercambio de glucosa con la sangre.
Función biológica: los hepatocitos tienen diversas funciones celulares exclusivas, que confieren al hígado una gran importancia dentro del metabolismo del cuerpo. Los hepatocitos son células transcripcionalmente muy activas, están constantemente formando nuevas proteínas. De ahí que presenten una gran cantidad de orgánulos subcelulares, como el retículo endoplasmático. Entre las proteínas sanguíneas que sintetiza el hígado se encuentran la albúmina (que supone alrededor del 54% de las proteínas sanguineas). Además es en el hígado, en los hepatocitos donde se llevan a cabo la mayoría de reacciones de gluconeogénesis (formación de glucosa a partir de moléculas que no son hidratos de carbono) y glucogenogénesis como respuesta a la insulina y al glucagón.
Además en los hepatocitos se lleva a cabo el metabolismo de muchas toxinas y fármacos, para desintoxicar el cuerpo de moléculas extrañas. Así mismo en el hígado se lleva a cabo la formación de la bilis, una sustancia que emulsiona los ácidos grasos para facilitar su digestión y posterior metabolización.
Regeneración de los hepatocitos: Una característica notable de los hepatocitos es su capacidad para regenerarse después de una lesión o enfermedad. Esta capacidad regenerativa es un factor clave en la recuperación de enfermedades hepáticas como la hepatitis o la cirrosis. Los hepatocitos pueden duplicarse para reemplazar las células perdidas, y este proceso de regeneración puede ser estimulado por ciertos factores de crecimiento y hormonas.
Investigación y aplicaciones médicas: Los hepatocitos son un área de investigación activa en biología y medicina. Se están estudiando para entender mejor las enfermedades del hígado y desarrollar tratamientos más efectivos. Además, los hepatocitos se utilizan en la investigación de medicamentos, ya que pueden proporcionar información valiosa sobre cómo el cuerpo metaboliza los medicamentos y cómo estos pueden afectar al hígado.
Enfermedades relacionadas con los hepatocitos: Los hepatocitos pueden verse afectados por una variedad de enfermedades, incluyendo la hepatitis, la cirrosis, el cáncer de hígado y las enfermedades metabólicas del hígado. Estas enfermedades pueden dañar los hepatocitos y afectar su capacidad para llevar a cabo sus funciones vitales. En algunos casos, los hepatocitos pueden regenerarse y recuperar su funcionalidad, pero en otros casos, el daño puede ser permanente y llevar a la insuficiencia hepática.
Importancia de los hepatocitos en la medicina regenerativa: Dada su capacidad de regeneración, los hepatocitos son de gran interés en el campo de la medicina regenerativa. Se están realizando investigaciones para desarrollar terapias basadas en hepatocitos que podrían utilizarse para tratar enfermedades del hígado. Estas terapias podrían implicar el trasplante de hepatocitos sanos en un hígado enfermo, o la estimulación de los hepatocitos existentes para que se regeneren y reparen el tejido dañado.