Funciones de los tricomas no glandulares
Los tricomas son una estructura celular propia de los vegetales. En las plantas cumplen una función muy variada dependiendo de la especie y el grupo taxonómico. Existe una gran variedad de tricomas en el mundo vegetal y dentro de una misma planta se pueden encontrar diversos tipos de tricomas. Tanto es así que en muchas ocasiones se emplea la morfología de estas estructuras para determinar cladísticamente la taxonomía de una planta. Puedes leer más sobre los tricomas en el artículo general que le dedicamos aquí y sobre su clasificación dependiendo de su morfología aquí. Hoy queremos repasar las diversas funciones que pueden tener los tricomas en diferentes grupos. Desde dar sombra hasta ser una forma de defensa contra posibles depredadores.
Existen dos tipos principales de tricomas que van a determinar el tipo de funciones que pueden desarrollar. En la naturaleza encontramos tricomas glandulares y no glandulares. Los primero estarán especializados en funciones que requieran sustancias del metabolismo secundario, de los que hablaremos en otro artículo (aquí, próximamente) puesto que son por lo general más complejos que los no glandulares. mientras que los no glandulares tendrán funciones físicas.
Los tricomas pueden tener gran variedad de morfologías, pero independientemente de la forma algunos tricomas tienen la misma función. Es el caso de aquellos tricomas cuya función es proteger a las hojas de la luz del sol. Estos tricomas que se dedican a dar sombra a las superficies de las hojas evitarán el exceso de evaporación por los estomas en los climas con altas temperaturas. En este grupo encontramos desde tricomas con formas ramificadas a otros algodonosos. Por ejemplo encontramos estos tricomas en las hojas del olivo y en todas aquellas plantas cuyas hojas tengan un tacto aterciopelado.
Otros tricomas cumplen una función protectora de la epidermis. Hay tricomas que son poco más que un abultamiento de la superficie de la hoja. En estos casos el tricoma servirá para evitar el rozamiento de la dermis de la hoja con posibles elementos abrasadores. En estos casos los tricomas pueden ser un simple abultamiento de la superficie o ser más desarrollados.
Dependiendo del tamaño de los tricomas y ya sirvan para dar sombra o para proteger la superficie de las hojas si son altos pueden tener una tercera función complementaria o que esta se a la función principal y alguna de las otras dos la secundaria. En estas hojas los tricomas generarán un microclima de mayor humedad y menor temperatura (muy relacionado con la simple función física de evitar la incidencia de la luz). Estos tricomas permiten un mayor control de las interacciones con el medio por parte de la planta. Estos tricomas pueden estar en hojas, pero también en raíces donde generan un espacio habitable por bacterias o aumentarán la superficie de las raíces para el intercambio de compuestos con el medio.
Otras funciones menos comunes de los tricomas no glandulares incluyen la detección de estímulos externos, activando rutas de defensa bioquímicas. Cuando los tricomas están en la dermis de semillas pueden ayudar a su conservación, a la captación de agua para la germinación o a su dispersión.