Anatomía animal
Anatomía es una palabra cuyo origen se remonta a los idiomas griegos y latinos. Quiere decir “corte y disección”. Conocer la anatomía de un animal significa saber la arquitectura, la posición, el número y la forma de los distintos órganos y tejidos que componen un animal, incluyendo las partes internas y externas.
En la anatomía animal, a diferencia de la anatomía humana, el objeto de estudio puede ser cualquier animal, no sólo el ser humano. Aún así, gracias a que los animales comparten un conjunto de características comunes, es posible realizar un número de generalizaciones que nos ayudan a sintetizar y a puntualizar las claves de la anatomía animal.
Para empezar podemos decir que todos los animales tienen una cubierta corporal que tiene como objetivo proteger al animal de lesiones, abrasiones e invasión de otros animales. Los invertebrados tienen una capa de epidermis que puede ser una monocapa de células en muchos animales de cuerpo blandos y de hábitos acuáticos o pueden secretar una sustancia llamada cutícula (por ejemplo en lombrices). Los artópodos en general poseen un exoesqueleto de quitina. Los animales vertebrados poseen una piel que está formada por una epidermis que a su vez está situada por encima de la dermis. Los vertebrados terrestres tienen una epidermis estratificada con el objetivo de proveer mayor protección contra la desecación. Los vertebrados, además, muestran cierta diversidad de estructuras que se pueden formar a partir de las células generadoras de la capa externa. Es así que las aves presentan plumas y los mamíferos pelos, ambos son productos epidérmicos cornificados.
Otros puntos relevantes para el estudio de la anatomía animal incluyen a los sistemas esqueléticos y musculares.
Los sistemas esqueléticos no son indispensables en todos los animales, ya que muchos invertebrados no lo presentan. A grandes rasgos, el esqueleto puede ser externo (exoesqueleto) o interno como en el caso de los vertebrados.
Todos los animales dependen de su movimiento de un sistema muscular. Este sistema varía mucho de un animal a otro, aunque se pueden hacer generalizaciones. La arquitectura del sistema muscular está estrechamente vinculada con la del sistema esquelético, ya que ambas están implicadas en el movimiento y el sistema muscular se apoya en el primero. Todo esto conforma el aparato locomotor.
Otros sistemas importantes, son el sistema digestivo, el respiratorio, el nervioso, el aparato reproductor. Algunos de los animales más simples pueden no presentar alguno de estos sistemas. Por ejemplo los protozoarios más pequeños no tienen sistemas respiratorios ya que su pequeño tamaño les permite asegurar que exista oxígeno en cada una de sus células por simple difusión.
Estos ejemplos de estructuras nos muestras cómo se pueden hacer generalizaciones de las estructuras de los distintos animales, dentro de algunos grupos de animal. Esto es muy importante en los estudios de anatomía comparada. Los veterinarios y los zootécnicos toman como base de sus estudios de anatomía a la anatomía equina. Muchos veterinarios, sobre todo los dedicados al estudio de los animales domésticos tienen como modelo al perro. Esto es muy útil ya que conociendo a fondo la anatomía de unos pocos animales se puede hacer inferencias acerca de la anatomía del resto. Si bien esto tiene sus límites, una apropiada elección del modelo junto con un buen conocimiento del grupo de animales al que se puede considerar con este modelo, el usar modelos se vuelve una herramienta muy útil.