Biología
Inicio Bioquímica, Fisiología Animal, Fisiología Vegetal, Hongos Apoptosis, el modelo en animales

Apoptosis, el modelo en animales

Publicado por Ramón Contreras

La Apoptosis es un fenómeno de suicidio celular programado altamente conservado en los seres vivos. Tiene un papel central en el desarrollo de organismos tanto unicelulares como multicelulares. Durante toda la vida de un ser vivo, desde el embrión hasta en el organismo adulto, ocurren millones de muertes celulares dirigidas en las que algunas células determinadas mueren sin activar los mecanismos de respuesta a heridas ni dejar ninguna marca aparente. Por lo tanto, la Apoptosis no es una muerte celular aleatoria y sin control, es un proceso activo, bien definido genéticamente, en el que las células destinadas a morir reciben señales concretas en un momento determinado. Durante la apoptosis se eliminan estructuras completas (la membrana entre los dedos en los embriones), da forma a los tejidos y determina el número celular. Es por esto que es un proceso estudiado a fondo en animales, sobre todo en el sistema nervioso donde determina el número de neuronas.

No solo está presente en animales, también plantas y hongos presentan este fenómeno, aunque en ellos está menos estudiado. Existen evidencias de la existencia de un mecanismo basal de apoptosis en hongos tanto filamentosos como unicelulares, y en estos sistemas está implicada en diferentes procesos biológicos, incluyendo interacciones con otros sistemas, desarrollo y envejecimiento.

El modelo de animales

La apoptosis realmente sólo está bien descrita en animales, por ello vamos a ver las generalidades en el modelo animal. En este modelo se distinguen dos vías:

La intrínseca (por cambios intracelulares en los que intervienen las mitocondrias).

La extrínseca (debida a la recepción de señales exteriores proapoptóticas en la membrana que desencadenan el proceso).

En ambos casos se llega a la activación de las caspasas que son unas proteasas que desencadenan la degradación celular.

Vías:

Vía intrínseca: se inicia en situaciones de estrés intracelular. La familia Bcl-2, que presenta miembros pro y antiapoptóticos es una pieza clave en la señalización de este proceso fisiológico. El estrés celular hace que las proapoptóticas se integren en la membrana mitocondrial, que a su vez hace que se abran poros en la membrana de la mitocondria desde los que se libera el CitC al citoplasma. El citC junto a la procaspasa 9 y Apaf1 formarán el apoptosoma, un complejo que activa a la procaspasa 9, convirtiéndola en caspasa 9 y que permitirá llevar a cabo la activación una cascada de caspasas que activarán a su vez a enzimas degradativas de diferentes elementos celulares.

Vía extrinseca: La vía extrínseca puede transcurrir incluyéndose en la intrínseca. Esta vía se activa mediante receptores de membrana, por ejemplo activación de TNFalfa. En el caso de las levaduras un ejemplo típico de factor que provoca la apoptosis es el contacto con ROS (Especies Reactivas de Oxigeno). En animales, por un lado se activa la caspasa 8 que va a inducir en la mitocondria la incorporación de Bcl-2 proapoptótocas y así se incorpora la vía extrínseca en la intrínseca. Por otro lado, se pueden activar las calpaínas, que harán que se liberen las catepsinas del contenido lisosomal y se active la caspasa 3, con los mismos resultados.