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Estructura tisular de las Raíces

Publicado por Ramón Contreras

Las plantas son organismos sésiles que obtienen la energía para su mantenimiento de la conversión de la energía solar en energía química. Sin embargo, no viven solo del sol, también necesitan nutrientes, sales, iones y agua que obtienen de su sustrato a través de las raíces.

Las raíces son un órgano especializado en la absorción de sustancias del medio. Las raíces se forman a partir del meristemo radicular o RAM (Root Apical Meristem) que está presente desde la formación de las semillas. Este meristemo incluye varias células totipotentes, células madre, que son capaces de dar lugar por división a todos los tipos celulares que están presentes en las raíces.

A diferencia de lo que ocurre en animales, los tejidos de los vegetales, y en especial las raíces, son extremadamente organizados. Los tejidos de la raíz de una planta forman capas concéntricas que se superponen desde el interior, donde se encuentran los tejidos vasculares de transporte, hasta el exterior con una epidermis protectora. Para evitar la entrada de compuestos indeseables a través de las raíces las plantas cuentan con las Bandas de Caspary, que separan el endodermo del exterior y actúa como filtro de moléculas.

De fuera a dentro las raíces están formadas por una epidermis de células diferenciadas con mucha suberina. La segunda capa celular que puede tener varias células de grosor, es el córtex, cuya función principal es el almacenamiento de sustancias como el almidón. Más al interior encontramos la capa celular de la endodermis, cuyas células están rodeadas por una pared de suberina (la Banda de Caspary). Ya en el centro de la raíz encontramos el tejido vascular (xilema y floema), que dependiendo del organismo puede ser más o menos complejo.

Las raíces de las plantas pueden dividirse en 3 regiones de abajo a arriba: la región de división celular, RAM o meristemo, se halla en la punta de la raíz, a partir de ella surgirán las otras regiones. Estas células se encuentran protegidas por la epidermis y por una cofia de células para evitar el daño mecánico. A continuación se encuentra la región de elongación, donde las células que acaban de dividirse del meristemo van adquiriendo las cualidades de los tejidos a los que pertenecerán. Finalmente la región de maduración o diferenciación se denomina a la parte de la raíz que donde se encuentran ya los tipos celulares propios de cada tejido.

El RAM forma al principio una única raíz que será considerada la raíz principal de la planta. Dependiendo del organismo esta raíz mantendrá su importancia y será a partir de ella de la que surjan raíces secundarias o puede ramificarse rápidamente para establecer una red de raíces de un tamaño similar. El tipo de raíz que presenta una planta viene determinado por el tipo de ambiente al que está adaptada. Abundante agua superficial contribuirá a la aparición de muchas raíces superficiales del mismo tamaño, mientras que si el agua se encuentra a gran profundidad la raíz principal crecerá hacia el fondo del suelo para encontrar el agua.

Las principales hormonas encargadas de la formación de las raíces son las auxinas, siendo el IAA, ácido indolacético la más importante y conocida de todas. Esta hormona que se forman en las hojas estimula la división de las células meristemáticas de las raíces. Lee más de las auxinas en su artículo aquí.