Frutos no climatéricos
Los frutos de la mayoría de vegetales, sobre todo aquellos que son de consumo humano, pueden dividirse en frutos climatéricos y no climatéricos. Esta división artificial hace referencia a las vías que tiene el fruto para madurar, lo que influirá a nivel económico en el momento de recolección, el transporte y almacenamiento para su distribución. En el artículo “los frutos climatéricos” hemos comentado sus características y propiedades. Puedes leerlo aquí. Los frutos climatéricos utilizan el etileno como señal para aumentar la respiración celular del fruto, y como consecuencia de ello la maduración del fruto.
Los cambios organolépticos propios de la maduración del fruto en los frutos climatéricos están relacionados con la tasa respiratoria mitocondrial del fruto y la síntesis de etileno. En los frutos no climatéricos estos cambios también ocurren, pero no están relacionados con el etileno.
La característica común de los frutos no climatéricos es que su maduración no se ve afectada por el etileno, ni el sintetizado por el propio fruto ni el etileno de atmosferas saturadas con él. En estas frutas, en las que la maduración no puede llevarse a cabo de forma artificial fuera de la planta la fruta debe recolectarse en su momento óptimo de maduración. Por el contrario los frutos climatéricos pueden recogerse verdes y estimular su maduración en cámaras con atmósfera con etileno.
El hecho de que la maduración de las frutas no climatéricas no se vea acelerada por el etileno no quiere decir que estas plantas no usen el etileno como fitohormona (hormona vegetal), para señalizar otros procesos. Los frutos no climatéricos solo producen etileno como respuesta a una herida o daño fisiológico. Señalización que también hacen los frutos climatéricos.
Otro evento, esta vez relacionado con los frutos, en el que sí interviene el etileno en los frutos climatéricos es el desverdecimiento. Muchas frutas inmaduras son verdes. Esto es debido a las clorofilas presentes en la superficie del fruto que ayudan a la obtención de energía necesaria para hacer crecer al fruto. Algunos frutos, sobre todo cítricos pueden estar maduros y presentar aún así coloración verde. En ellos se puede aplicar etileno para eliminar las clorofilas y por lo tanto el color verde. Esto no altera el estado de maduración del fruto, solo el color de la piel. Es una cuestión puramente estética para el futuro comprador.
En general los frutos no climatéricos son de peor conservación puesto que en los climatéricos puede retrasarse la maduración tras la cosecha. Aunque la conservación de los frutos climatéricos debe realizarse por separado para evitar que se hagan madurar unos a otros.
Pertenecen al grupo de frutas no climatéricas todos los cítricos, limón, mandarina, naranja y lima… el carácter climatérico no tiene por qué estar asociado a una familia de vegetales, por ejemplo los tomates son climatéricos y los pimientos no (ambos vegetales son solanaceas). Los frutos conocidos como frutos del bosque, fresas, frambuesas, zarzamoras son frutos no climatéricos. La uva, la oliva, la granada y el níspero también son no climatéricos, por lo que a diferencia de los frutos climatéricos pueden guardarse juntos sin temor a que se estropeen como ocurre con los frutos climatéricos.