Qué es un ictus o un colapso cardiovascular
La salud del sistema nervioso es fundamental para la vida, todavía más si cabe que la salud de otros sistemas del cuerpo. Como el sistema nervioso se encarga de coordinar a todos los otros sistemas su mal funcionamiento, aunque sea durante muy poco tiempo, puede tener consecuencias muy graves. Además, el sistema nervioso tiene un problema añadido, sus células son muy especializadas y su regeneración es casi imposible. Por ejemplo mientras que un hueso roto puede volverse a soldar y recupera casi el 100% de su actividad, o si se corta un trozo de hígado el tejido se regenera con el tiempo, cuando hablamos del sistema nervioso las heridas u otro tipo de daños pueden ser irreparables y de por vida.
Un ictus o accidente cardiovascular no es una herida directa del sistema nervioso. Está causado por un problema de riego sanguíneo. El cerebro es un órgano que tiene que funcionar a pleno rendimiento constantemente, si el corazón tiene que latir todo el tiempo, el cerebro tiene que mandar información al corazón para que lata, a los pulmones para que respiren y al estómago para que digiera. Por eso necesita un aporte continuo de oxígeno y energía (en forma de azúcar), ambas vienen por la sangre. De ahí que sea tan importante que esté bien irrigado durante todo el tiempo. Si la llegada de sangre falla durante un momento, aunque sea solo un instante y como el cerebro funciona siempre a toda máquina, acaba enseguida con el oxígeno y la energía. El cerebro es un tejido sin apenas reservas. Emplea toda la energía que le llega y no guarda apenas. Por eso cuando no llega sangre las células se dañan y empiezan a morir.
En muchos casos el origen de un ictus es una obstrucción de las arterias que llevan la sangre rica en oxígeno y azúcar hacia el cerebro. Dependiendo de que venas estén afectadas los daños pueden ser más o menos graves. Un ictus es una obstrucción de un capilar cerebral, dependiendo de donde se produzca se verán afectadas las neuronas que están más adelante en el sistema circulatorio. Esto es lo que se denomina un infarto cerebral. Evidentemente, si se ven comprometidas las funciones relacionas con la respiración o el control del sistema digestivo, estos sistemas se apagarán y pueden desembocar en la muerte del afectado. Pero también puede pasar que se vea afectada la capacidad motora o del habla. Uno de los síntomas de un ictus que pueden ayudarnos a responder deprisa es que la expresión de la cara deja de poderse controlar en un ictus. Parece que la cara se cae y perdemos la capacidad de mover media cara. Ante estas situaciones hay que ir rápidamente a un centro de asistencia sanitaria. Si se cogen a tiempo los ictus pueden no dejar secuelas a largo plazo, gracias al uso de anticoagulantes que desharán el tapón de las venas. Aunque la recuperación no es inmediata, puede tardar meses la recuperación del control sobre las partes del cuerpo. Sin embargo, si se tarda demasiado los daños pueden llegar a ser permanentes y no recuperarse nunca.