Termoclina, variaciones de temperatura con la altura o la profundidad
Denominamos termoclinas a las diferentes capas de una masa de agua o aire dependiendo de la temperatura. Las observaciones de océanos, lagos e incluso peceras demuestras que la temperatura del agua varia bruscamente a medida que se aleja de la superficie. Una de las propiedades del agua es su capacidad para absorber calor. Esto que nos ayuda a mantener el calor a los animales homeotermos hace que las masas de agua retengan calor en su interior. Sin embargo, la falta de transparencia absoluta del agua debido a las partículas en suspensión y a las propias moléculas del agua provoca que el calor, y la luz en forma de ondas, no penetre hasta el fondo de los océanos. En su lugar, tan solo los primeros metros del mar tienen luz. En el caso de las masas de aire ocurre algo similar o más bien todo lo contrario, cuanta más altura menos moléculas hay y por lo tanto la luz podrá viajar sin impedimentos. La luz es más intensa cuanto más arriba se está. Un caso excepcional son los rayos ultravioletas que son repelidos por la capa de ozono. A medida que subimos la temperatura también descenderá puesto que al no haber nada que retenga la energía de la luz no se acumula el calor.
A partir de la zona afótica (que significa literalmente zona sin luz) se encuentra entre los 200 y los 1.000 metros de profundidad. Dependerá de la cantidad de sedimento de la masa de agua la cantidad de luz que llega. Se considera que tan solo llega el 1% de la luz solar a esta profundidad y por lo tanto la capacidad de realizar la fotosíntesis con tan poca energía se vuelve ineficiente. Aunque no se han reportado seres vivos capaces de fotosintetizar a estas profundidades solo conocemos una pequeña fracción de los seres microscópicos. La zona afótica tiene una temperatura en los océanos de entre 0 y 6 grados centígrados.
Una termoclina es un cambio brusco de las temperaturas, esto ocurre de forma más notable en las regiones bajas de la atmósfera y en los primeros tramos de las masas de agua. Los cambios día/noche alteran enormemente las temperaturas de esta zona. Mientras que a medio día las temperaturas cercanas a la superficie son las más altas, durante la noche tanto la atmósfera como las masas de agua se homogeneizan. Durante el invierno las diferentes capas se desdibujan más puesto que hay más horas de oscuridad para ello, mientras que en verano con muchas horas de insolación las temperaturas suben en general puesto que no le da tiempo a las masas de aire y agua a mezclarse lo suficiente para disipar el calor.
La termoclina es más estable en las regiones con pocas variaciones de temperatura, como el ecuador donde hay mucha diferencia entre diferentes estratos durante todo el año o los polos donde no hay apenas diferencias entre diferentes profundidades durante todo el año. Por otro lado, en las regiones templadas es donde sufre más cambios a lo largo del año. En los lagos se da un efecto de inversión de la termoclina durante los cambios de estación. Lee más sobre este fenómeno en el artículo que le dedicamos aquí (próximamente).