Nociones de la biota del suelo y su importancia
La intensificación de la producción de alimentos suele ir acompañada de un mayor aporte de nutrientes, intensas aplicaciones de plaguicidas, labranza frecuente y gestión del riego. Las implicaciones ambientales negativas de estas prácticas incluyen eutrofización, aumento de la salinización, erosión del suelo y pérdida de biodiversidad. Nuestro conocimiento de las consecuencias de la intensificación agrícola en la biodiversidad subterránea sigue siendo limitado y fragmentado. Se ha informado que la biota del suelo de mayor tamaño se ve afectada más negativamente por las prácticas agrícolas de alto aporte que los microbios del suelo, pero se reconoce ampliamente que se requieren estudios más detallados para mapear los efectos del manejo del suelo en la microbiota del suelo.
Los suelos albergan una cuarta parte de la biodiversidad del mundo y residen entre los hábitats más complejos de la tierra. La biota del suelo desempeña un papel en muchas funciones esenciales del suelo, como el ciclo de nutrientes, la retención de carbono y agua, la formación de la textura del suelo y la interacción con la comunidad de plantas. Las interacciones más intensas entre los microbios y las plantas tienen lugar en la rizosfera, donde la planta puede seleccionar e impulsar un subconjunto de la comunidad microbiana mediante la liberación de rizodepósitos, una amplia gama de sustancias que contienen carbono (por ejemplo, células de raíz, mucílago, volátiles y exudados). La composición del rizobioma, el subconjunto de la biota del suelo presente en la rizosfera, está co-determinada por la identidad de la planta y la edad. Con la llegada de técnicas asequibles de secuenciación de ADN de alto rendimiento, se puede mapear el impacto de las plantas en la identidad y la densidad de los habitantes de la rizosfera. La comprensión de esta interacción podría ayudar a diseñar medidas de gestión del suelo que promuevan un rizobioma que apoye de manera óptima el crecimiento de las plantas y mejore el rendimiento de los cultivos.
Como en muchos otros hábitats, la mayoría de los habitantes del suelo tienen que hacer frente a una disponibilidad de alimentos impredecible. Para sobrevivir períodos de escasez de alimentos, varios microorganismos pueden reducir reversiblemente su actividad metabólica durante un período prolongado de tiempo. Tal condición se conoce como estado de latencia. En suelos a granel, típicamente el 80% de las células y el 50% de las unidades taxonómicas operativas (OTU) están inactivas. Este llamado «banco de semillas microbianas» está alerta en el sentido de que puede detectar y responder a estímulos ambientales (por ejemplo, sustratos orgánicos) que están asociados con condiciones de crecimiento favorables. Las raíces de las plantas producen y liberan un amplio espectro de estímulos ambientales y, como tal, la rizosfera es un foco de actividad microbiana.
El ARN ribosómico (r) se considera una representación de la comunidad microbiana activa, mientras que el ADNr caracteriza la comunidad microbiana total. Por lo tanto, la creación de perfiles combinados de ADNr y ARNr de la comunidad proporcionará información sobre ambos aspectos de las asambleas microbianas locales. Más específicamente, tal caracterización proporcionará información sobre fracciones microbianas, cuya actividad se ve afectada positiva o negativamente por cualquier tipo de influencia externa.