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Vegetación de zonas áridas

Publicado por Victoria González

En las zonas áridas la vegetación está sometida a estrés hídrico, ya que reciben entre 175 y 400 litros de precipitación por metro cuadrado. Son formaciones ralas y bajas constituidas por plantas de escaso tamaño, son comunidades esteparias y no hay vegetación arbolada. En la Península Ibérica, se encuentran en el cuadrante sureste y en la cuenca y delta del Ebro.

Aunque a simple vista la vegetación de las zonas áridas parezca muy homogénea, la realidad es bien distinta, ya que, dependiendo de la zona, pueden llegar a contener un diversidad florística grande.

La vegetación aparece además concentrada en las zonas donde se dan condiciones microclimáticas favorables, apareciendo también grandes áreas de suelo desnudo. Las especies también tienen un ciclo vital muy particular, ya que en estas zonas los ciclos anuales tienen un corto periodo de condiciones favorables. Mientras tanto, las plantas tienen que persistir de alguna manera.

Los biotipos que se encuentran son:

– Terófitos: plantas con semilla. Suelen ser de pequeño tamaño y ocupan pequeñas superficies. Poca importancia a nivel cuantitativo pero sí a nivel cualitativo.

– Geófitos: bulbos, rizomas y tubérculos. Gran importancia a nivel cuantitativo.

– Perennes: con adaptaciones morfológicas y fisiológicas a las condiciones de xericidad.

Adaptaciones frente a la escasez de agua:

– Reducción de la superficie aérea: poco cuerpo visible para evitar pérdidas.

– Mayor desarrollo de la parte subterránea: para buscar agua en capas profundas del suelo.

– Morfología adaptada: disposición vertical de las hojas, protección de los estomas, reducción del número de estomas, desarrollo de aceites esenciales, desarrollo de tomento y transformación de parte de la planta en espinas y aguijones.

– Adaptación estructural: se forman islas de vegetación. Bajo la sombra de algunas especies crecen otras. Durante la época de lluvias, crecen los terófitos y los geófitos.

Conjuntos de vegetación esteparia:

Generalmente las zonas áridas están en territorios horizontales con relieves llanos y vegetación baja. Por su fisionomía, se distinguen tres grandes conjuntos de vegetación esteparia:

1. Estepas de gramíneas: en la Península Ibérica, hay dos gramíneas de especial dominancia: Stipa tenacissima y Lygeum spartum. Requieren suelos con acúmulos de elementos finos que llegan arrastrados por el viento.

2. Estepas leñosas: con especies de bajo porte, muy aclaradas, y en las que prosperan los geófitos y los terófitos en primavera. Son sustrato con escaso desarrollo edáfico, rocas margosas y yesíferas. Tienen gran riqueza de plantas endémicas.

3. Estepas halófitas: zonas con gran concentración de sales. Las formaciones vegetales están formadas por plantas con aspecto craso, ya que tienen muchas células parenquimáticas para acumular agua. Muchas de las especies que las forman son de la familia de las chenopodiáceas y son comunidades muy amenazadas actualmente.