Polinucleótidos
Los nucleótidos se unen entre sí para formar polinucleótidos, de forma que se establece un enlace éster entre el ácido fosfórico en posición 5′ de la pentosa (el azúcar de 5 carbonos, sea ribosa o desoxirribosa) de un nucleótido y el -OH en posición 3′ del nucleótido siguiente.
Por lo tanto los nucleótidos se unen entre sí gracias a los enlaces éster (en realidad fosfoéster) que forman los azúcares y el ácido fosfórico de cada nucleótido.
Podemos decir que de este modo, la cadena polinucleotídica posee dos extremos: el 5′, donde hay un fosfato disponible para enlazar con otro nucleótido libre por su carbono 3′, y otro extremo 3′, por el que se podría añadir otro nucleótido. Por esto se dice que la cadena presenta polaridad, tiene un extremo de inicio y otro de fin.
El criterio establecido por convención es “leer” la cadena desde el extremo 5′ al 3′, por lo que se considera como sentido o polaridad normal la que va de 5′ a 3′. El nucleótido que tiene libre su extremo 5’ es el primero y el que tiene libre el extremo 3’ es el último.
De esta forma se puede considerar cada cadena polinucleotídica como una gran cadena de nucleótidos, una macromolécula que consta de un esqueleto común (la repetición de unidades de “pentosa”-“fosfato”), que se repiten a lo largo de toda la estructura, y que de el que salen las bases nitrogenadas características de cada molécula concreta, que es lo único que va cambiando. De esta forma cuando hablamos del orden o secuencia de nucleótidos de un ácido nucléico nos referimos al orden se sus nucleótidos y,para simplificar, al orden de sus bases nitrogenadas (pues es lo que realmente cambia de uno a otro).
La proporción concreta de cada base y el orden o secuencia en que se sitúan es característica, exclusiva, de cada molécula de ácido nucléico y ésta, a su vez, lo es de cada especie de organismo e, incluso, de cada individuo. De ahí que se diga que los ácidos nucléicos poseen especificidad. En realidad, esta especificidad la que determina la de las proteínas que ya conocemos.
Hay que tener en cuenta que son los ácidos nucléicos y en concreto el ADN, los que determinan , con su secuencia, la composición y secuencia de aminoácidos de todas y cada una de la proteínas de un organismo. Como las proteínas son las responsables de la forma y fisiología de los organismos, Los ácidos nucleicos son los responsables últimos de la anatomía y fisiología de los organismos.
Podemos decir que los portadores de la información genética son los ácidos nucleícos, que lo hacen en forma de un mensaje codificado en la secuencia (orden y posición) de cada uno de los nucleótidos dentro del polinucleótido en cuestión.