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Morfología bacteriana

Publicado por Ramón Contreras

La mayoría de seres vivos cuenta con una morfología única adaptada a las necesidades propias de la especie. Cada grupo taxonómico comparte ciertas características en la forma de sus cuerpos que pueden ayudar, en determinadas ocasiones, a establecer relaciones de parentesco filogenético. Si en el caso de los animales el número de extremidades es común a grandes grupos taxonómicos, 4 en el caso de los vertebrados o seis, por ejemplo, para los hexápodos (todos los insectos). De la misma forma en plantas el número de pétalos y otras piezas florales es común entre especies cercanas. Todos estos seres vivos que nombramos son pluricelulares y han desarrollado una gran adaptación a los medios concretos en los que viven. De forma similar las bacterias y otros seres microscópicos han adaptado su morfología para aumentar su eficacia en determinados medios. Evidentemente las diferencias morfológicas bacterianas son mucho más sutiles que en animales o plantas, puesto que deben llevarlo a cabo con tan solo una célula; siendo al final diferencias moleculares de la pared o membrana celular lo que las diferencia.

Cuando se empezaron a observar bacterias al microscopio se anotaron y clasificaron dependiendo de su color y de su forma. Desde entonces la observación de la morfología de las bacterias es fundamental para su clasificación, aunque en la actualidad existen técnicas basadas en la secuenciación de ADN mucho más eficaces.

Existen 3 morfologías básicas presentes en las bacterias (no así en el resto de seres unicelulares que pueden adoptar otras morfologías). Parece que sacado de las enseñanzas de Pitágoras una de las formas bacterias es la esfera, aunque en la bacteriología se denominan cocos. Dependiendo de la especie los cocos pueden encontrarse de manera aislada denominándose simplemente cocos. Si se observan al microscopio en parejas, estamos viendo diplococos, como en el grupo de los pneumococos, que tanto pueden estar recubiertos ambos por una misma pared bacteriana (encapsulados) o no. También los encontramos formando cadenas, en este caso denominados estreptococos (y además define un grupo taxonómico). Si forman agregados de mayor tamaño 4 cocos es una tétrada y 8 una sarcina, además pueden formar grupos de mayor amaño y sin organización, son estafilococos.

Cuando las bacterias tienen una morfología no esferoide, si son más largos que anchos y altos, se dice que tienen forma de bastón y se denominan bacilos. Pueden tener los extremos más o menos redondeados o ser rectos o ligeramente curvos, todas estas características se emplean para su clasificación taxonómica. De forma similar a los cocos podemos encontrar diplobacilos, estreptobacilos si están unidos varios a través de su lado corto o bacilos en empalizada, si se unen entre sí a través de su lado largo. Si la morfología es difícil de clasificar entre un coco o un bacilo se denominan cocobacilos.

A parte de estas dos formas básicas encontramos también bacterias con forma filamentosa, o haciendo esperiales, estos últimos pueden ser espirilos si dan tan solo un par de vueltas o espiroquetas si su cuerpo es más similar a un muelle estirado. Además otras formas características de bacterias son el vibrio, con forma de habichuela o de coma. Helicoidal, si su cuerpo es plano pero torneado y finalmente los bastones si son alargados con un extremo más engrosado que el otro.