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Ecosistemas extremos: las fosas marinas

Publicado por Ramón Contreras

El planeta Tierra contiene una cantidad inmensa de ecosistemas diferentes. Esto permite una gran diversidad de vida. Es asombroso como los seres vivos se han adaptado a vivir en las condiciones más extremas de la vida. Se han encontrado bacterias capaces de vivir en un reactor nuclear. Otro de estos sitios inverosímiles donde se ha desarrollado la vida son las fosas marinas u oceánicas. Estas regiones se encuentran bajo el agua y suelen coincidir con la zona donde se encuentran dos placas continentales o una región rica en volcanes. Esto hace que las fosas no se encuentren en el centro de los océanos, sino todo lo contrario cerca de la costa y zonas emergidas. En estas zonas la profundidad del mar es superior a los 5.000 metros y puede llegar hasta los 10 km -existen 6 grandes fosas oceánicas que superan esta profundidad-. La más profunda llega hasta los 11.034 metros de profundidad y se sitúa en el océano Pacifico, la famosa Fosa de las Marianas.

Estas regiones tienen unas características físicas y químicas tan diferentes al resto de la Tierra que los animales que viven en ellas se han tenido que adaptar a vivir en esas profundidades y no pueden sobrevivir fuera de esos ecosistemas. Al no poder salir han evolucionado de forma independiente a sus parientes más cercanos, ya sea en otras fosas o en las aguas superiores, por lo que son un punto de gran riqueza en biodiversidad, aunque el número de especies que pueden vivir en las fosas es limitado.

Las características fundamentales que modulan la vida son la enorme profundidad y las consecuencias que trae. Por un lado a esa profundidad no llega absolutamente nada de luz, por lo que la vida allí transcurre en completa oscuridad. A partir de los 200 metros de profundidad se considera el fondo profundo del mar puesto que las ondas de luz no traspasan más allá. De hecho, el 50% de la superficie de la tierra se encuentra por debajo de 3.000 metros de agua marina. Por lo que en realidad el ecosistema de las profundidades marinas es mayoritario en el mundo. Por otro lado al estar bajo una columna de agua de más de 5.000 km la presión es de más de 500 atmósferas. Si se saca a un animal adaptado a esas profundidades sin las medidas necesarias explotaría a medida que sube a la superficie al expandirse los gases que tiene en su interior.

Las comunidades que viven en estas profundidades son obviamente heterótrofas, animales y bacterias, la entrada de energía en este ecosistema es mediante la caída de material orgánico y descomposición que tiene lugar en el fondo marino. Los corales, esponjas, moluscos, crustáceos y equinodermos forman los organismos mayoritarios del fondo, mientras que los peces óseos o cartilaginosos son los más grandes nadadores de las profundidades.

La otra característica que define el ecosistema profundo (a partir de los 200 metros hasta los 1.000 metros) es la baja tasa de oxígeno. La zona más caracteristicas anóxicas se encuentran en el este del Pacifico. Al no haber seres que realicen la fotosíntesis la presión parcial de oxígeno es muy baja. Además estas aguas casi no reciben intercambio puesto que tampoco hay corrientes marinas tan profundas para mover el agua. Esto hace que las especies que viven allí a pesar de necesitar el oxígeno para vivir sean pocas pero representan una gran cantidad de biomasa. Se han adaptado con grandes cantidades de hemoglobina, piruvato reductasa, grandes órganos respiradores, cuerpos delgados para facilitar la difusión de gases e incluso simbiontes que pueden oxidar sulfuro.