Fagocitosis
La fagocitosis es un proceso celular mediante el cual una célula es capaz de introducir en su interior elementos externos de forma controlada. En muchas ocasiones la materia absorbida es digerida de alguna manera para obtener recursos, o bien el objetivo de la fagocitosis era la simple eliminación de un elemento potencialmente peligroso. Este último caso es lo que pasa con el sistema inmune, donde se ha estudiado en gran detalle como los macrófagos y otros tipos celulares son capaces de reconocer y envolver a bacterias y virus para su eliminación.
La fagocitosis es el tipo de endocitosis más frecuente. Este proceso es propio de los eucariotas, ya sean de vida libre como las amebas y otros organismos incluidos dentro del grupo de los protistas, o bien células especializadas dentro de los organismos más complejos como los vertebrados. En todos ellos la célula es capaz de crear una invaginación de su membrana plasmática que engloba la partícula que quiere introducir. El tamaño de esta partícula puede ser extremadamente variable. Se puede tratar desde moléculas sencillas a cosas más complejas como motas de polvo o pequeños minerales, hasta virus y bacterias enteras. Las células eucariotas miden unas 100 veces más que una bacteria, por eso no es difícil imaginarse como una ameba es capaz de engullir gracias a la fagocitosis a una bacteria para alimentarse.
La fagocitosis se puede dividir en varias etapas. La primera de ellas es el reconocimiento por parte de proteínas de membrana de la molécula que se quiere introducir. A este paso se le conoce como quimiotaxis, puesto que estimula el movimiento del citoplasma de la célula. A diferencia de otros tipos de endocitosis durante la fagocitosis la membrana celular y el citoplasma se alarga formando pseudópodos que se forman a partir del cuerpo celular y que envolverán la partícula en todas direcciones. Para llevar a cabo esto se tienen que formar microtúbulos del esqueleto citoplasmático con gasto de energía, por lo que es un movimiento completamente intencionado. Cuando los diferentes brazos o pseudópodos se tocan al otro lado se fusionan cerrando la esfera que encierra a la partícula en cuestión. A esta esfera de membrana citoplasmática y que contiene material exterior se le conoce como fagosoma. Los pseudópodos se irán contrayendo, mediante la desunión de las fibras de microtúbulos y el citoplasma volverá hacia el cuerpo celular con la vesícula flotando en su interior. Finalmente la partícula que ha sido englobada en una esfera de membrana citoplasmática será introducida dentro del cuerpo celular con esta membrana, a la que podrán unirse vesículas con enzimas digestivas como los lisosomas u otro tipo de vesículas y moléculas.
Tras la digestión del contenido del fagosoma la vesícula se volverá a fusionar con la membrana celular en un proceso denominado exocitosis. De esta manera los restos serán expulsados al exterior celular. Normalmente se excretan restos de moléculas que no han podido ser utilizadas, aunque si la fagocitosis no ha funcionado puede expulsarse la partícula intacta, con el objetivo de mantener el fagocito funcional. Las moléculas que formaban la membrana de la vesícula se reciclan y vuelven a formar parte de la membrana celular. Algunos patógenos se aprovechan de este sistema para introducirse en las células y mediante sofisticados sistemas moleculares desarrollados durante siglos de evolución consiguen esquivar los procesos de fagocitosis e infectar a las células que tendrían que destruirlos, como es el caso del VIH.