Célula de Schwann
La célula de Schwann es un tipo de célula glial que envuelve el axón de las neuronas, formando la vaina de mielina. Las células de Schwann están presentes desde el nacimiento de la neurona, y la acompañan durante todo su desarrollo. La estrecha relación ente la neurona y la célula de Schwann viene dada desde sus orígenes en el tejido embrionario. Este tipo de célula glial cumple un rol fundamental al guiar correctamente el crecimiento del axón.
En los axones cuyo diámetro es muy pequeño, las células de Schwann no forman la vaina de mielina, y pueden estar en contacto con varios axones al mismo tiempo. Cada uno de los axones sin mielinizar se puede ubicar en una pequeña concavidad de la célula de Schwann, de manera que la célula no lo rodea totalmente. De este modo resulta posible también que cada célula de Schwann proteja a varios axones al mismo tiempo.
En cambio, cuando el diámetro del axón es grande, estas células forman la vaina de mielina. Esta vaina se forma por el enrollamiento alrededor del axón, de varias capas de la membrana de la célula de Schwann, en forma de espiral. Todos los axones del sistema nervioso periférico, son mielinizados por estas células, desde su inicio hasta sus terminaciones. Entre una célula de Schwann y la contigua, queda una pequeña porción del axón sin mielinizar; cada uno de los puntos de axón que quedan sin mielinizar, se denominan nodos de Ranvier.
En la figura de arriba se puede observar un esquema de una neurona típica, con un soma o cuerpo neuronal, donde se encuentra el núcleo de la célula, sus múltiples prolongaciones cortas, llamadas dendritas, y su única prolongación larga, el axón, rodeado por las células de Schwann (las que aparecen en amarillo). En el esquema también se pueden observar los nodos de Ranvier, entre una célula de Schwann y al contigua.
Una de las principales funciones de las células de Schwann es crear la vaina de mielina, que permite que el impulso nervioso se transmita a lo largo del axón sin perder intensidad en la señal, produciéndose la llamada conducción saltatoria. Esto significa que el potencial de acción se reproduce sólo en los nodos de Ranvier, dando la sensación de que la señal salta de un nodo al siguiente, acelerando la transmisión del impulso nervioso sin tener que aumentar el diámetro de axón. Además, las células de Schwann intervienen en los procesos de crecimiento y reparación de lesiones en el axón, guiando el crecimiento de las prolongaciones neuronales, nutriendo los axones y formando parte fundamental del apoyo estructural de los mismos.
Algunas enfermedades afectan las funciones células de Schwann y producen la desmielinización de las fibras nerviosas mielinizadas. Esto sucede por ejemplo en la esclerosis múltiple, una enfermedad de origen autoinmune, donde la desmielinización puede llegar a causar severas limitaciones en los movimientos voluntarios de la persona que la sufre. En realidad, la capacidad de las células de Schwann de regenerar la vaina de mielina permanece durante la enfermedad, sin embargo, no está claro para los científicos la razón por la cual la regeneración no sucede.