Biología
Inicio Biología celular Características de la necrosis

Características de la necrosis

Publicado por Ramón Contreras

La necrosis es un proceso de daño y muerte celular descontrolado. La necrosis está causada normalmente por causas externas que desregulan la actividad celular, que tienen como resultado final el desequilibrio osmótico y la explosión de la célula. El contenido celular será expulsado al exterior y lo más normal es que esto provoque mediante señales químicas la muerte celular de las células adyacentes. Esto hace que las células animales sean las únicas más propensas a este proceso de muerte, puesto que en vegetales y hongos la pared celular impediría la pérdida de la presión osmótica.

La célula tiene gran plasticidad para sobrevivir a diferentes tipos de ataques físicos y químicos. Sin embargo, cuando el daño es muy elevado y sobrepasa sus medidas de recuperación entrará en muerte celular, ya sea la necrosis o la apoptosis. La necrosis se encuentra en contraposición a la apoptosis, que es el proceso de muerte celular programada. Puedes leer mas de éste fenómeno en el artículo que le dedicamos aquí. Infecciones bacterianas, picaduras de animales con toxinas, traumas o radiación pueden causar necrosis. La principal causa última de la necrosis de un tejido es la falta de flujo sanguíneo, cuando esto ocurre se denomina gangrena y puede extenderse si tiene un origen bacteriano (lee más sobre la gangrena gaseosa aquí). Existen otros tipos de necrosis como la necrosis grasa -cuando ocurre en tejido graso de los senos- o la necrosis con licuefacción -causada por isquemia, hipoxia o infección- que se caracterizarán por el componente principal que resultará, ya sea grasa o liquido, o gas como pasa en la gangrena gaseosa. Aunque todas pueden ser potencialmente letales, cada una tiene sus tiempos de extensión por el cuerpo dependiendo de cómo de rápido viajen los componentes celulares. La menos grave es la grasa, después la con licuefacción y la más rápida es la gaseosa. La pérdida de tejido a causa de este proceso es descontrolado e irreversible. Mientras que el proceso de apoptosis es selectivo de células concretas y frecuentemente otras células ocuparán su puesto.

Independientemente del origen de la necrosis, decimos que una célula entra en necrosis cuando es incapaz de mantener la integridad de su membrana, lo que desembocará en el extravasado de los componentes citoplasmáticos al medio extracelular. En primer lugar, las señales de necrosis causarán que el aparato de Golgi se descontrole. Los lisosomas de la propia célula, que habrán explotado, empezarán a desnaturalizar las proteínas a su alrededor. En este momento se pierde la estabilidad de los ARN y de la envoltura nuclear primero y de membrana celular finalmente. El ADN de la célula acabará en el exterior. El sistema inmune tiene mecanismos muy estrictos para evitar que el ADN, ya sea propio o externo, pueda viajar entre varias células. Cuando esto ocurre los linfocitos detectarán los componentes propios del interior de una célula y acudirán a eliminar los restos. Los fagocitos –macrófagos– tan solo reconocerán algunos fragmentos celulares y los eliminarán. La necrosis se extenderá mientras las lisozimas actúen sobre las células vecinas y las desestabilicen. Mientras que la necrosis no alcance un órgano vital puede seguir extendiéndose. Se han reportado casos en los que el paciente sobrevivía con el 90% de la epidermis en fase de necrosis.