Músculo estriado esquelético
El tejido muscular estriado es el tejido al que comúnmente se denomina músculo y forma la mayor parte de la masa corporal de los vertebrados. Este tejido es de acción voluntaria, es decir, es el que el ser vivo es capaz de estirar o contraer a voluntad con el fin de mover su cuerpo o desplazarse. Existen otros tipos de musculaturas, caracterizadas por el tejido muscular liso, del que puedes leer más aquí y el tejido muscular cardíaco, una adaptación del tejido muscular estriado, con características propias que puedes aprender leyendo el artículo que le dedicamos aquí. En este artículo nos centraremos en el tejido muscular estriado esquelético.
El músculo esquelético se caracteriza por su color rojo oscuro, derivado de la gran irrigación que tiene y de las fibras de actina y miosina que componen la mayor parte de las células. Se denomina musculo estriado porque al microscopio se pueden apreciar las estrías que forman las fibras de actina y miosina. En contraposición con el musculo liso, el estriado es de contracción rápida y voluntaria pero de poca duración
Las células que componen los músculos se denominan fibras, por su forma y características. La pared celular de las fibras musculares se denomina sarcolema y tiene características propias para la contracción muscular. El sarcolema se encuentra formando los denominados túbulos T, que son invaginaciones de la membrana de forma que aumenta la superficie de contacto entre el exterior celular y el interior. El retículo endoplasmático forma también túbulos, que mediante el intercambio iónico con el citoplasma, o sarcoplasma, y el sarcolema, permitirá la transmisión del potencial eléctrico que contraerá la fibra muscular.
En el sarcoplasma encontramos los sarcómeros, la unidad mínima de la contracción muscular, está formado por fibras de actina y de miosina. Al desliarse las primeras sobre las segundas producen el acortamiento del sarcómero y por lo tanto la contracción de la célula. Lee más sobre sarcómeros en su propio artículo aquí.
El músculo estriado esquelético se encuentra inervado por el sistema nervioso central, que controla su contracción. Los músculos se encuentran anclados a huesos, piel o cartílagos del esqueleto a través de tendones, proporcionándole movilidad al cuerpo. Existen 4 tipos de músculos, dependiendo de sus características mecánicas. Todos los músculos contienen todos los tipos de fibras, aunque dependiendo de su actividad más usual la proporción de las cuatro es diferente.
El tipo I a es de velocidad de contracción lenta y poca fuerza, aunque muy resistente a la fatiga, puede usarse durante horas. Estas fibras musculares tienen muchas mitocondrias, lo que les confiere una alta capacidad oxidativa y están altamente irrigadas, pues funcionan solamente en condiciones de aerobia.
El tipo II a se contrae moderadamente rápido produciendo una fuerza media y es menos resistente a la fatiga que el tipo I a. tiene una densidad mitocondrial alta, aunque puede funcionar con triglicéridos, en anaerobiosis durante media hora, produciendo ácido láctico.
El tipo II x se contrae rápidamente y con mayor fuerza, aunque es menos resistente a la fatiga. Puede contraerse durante menos de 5 minutos, en actividad anaeróbica. Con menos mitocondrias, está moderadamente irrigada y su contracción consume casi exclusivamente ATP.
Finalmente el tipo II b es la fibra muscular más rápida y potente. Aunque es el que se fatiga más rápido, pudiendo usarse un minuto como mucho. Trabaja gracias a ATP en anaerobiosis , con pocas mitocondrias y poco irrigadas.