Elongación de la transcripción
La transcripción es el proceso mediante el cual se genera el ARN a partir del ADN en la célula. Este proceso está altamente conservado en los seres vivos. Puedes leer más sobre él en el artículo que le dedicamos a hacerle una breve revisión aquí. La transcripción consta de diversas fases en las que la ARN polimerasa se une al ADN molde, la iniciación, el ARN se genera, la elongación y el desensamblado de la polimerasa y el finalizado de la transcripción, la terminación. En este artículo trataremos el proceso de la elongación.
Tras la separación de la ARN polimerasa de los factores de trascripción que colaboran en la unión de la enzima con el ADN se genera el transcrito, el ARN copia del ADN. Este ARN es complementario al ADN y antiparalelo, si la polimerasa lee el ADN en dirección 5’ a 3’, el ARN se genera en el sentido opuesto, 3’ a 5’. En esta situación la ARN polimerasa reconoce las bases nitrogenadas y va incorporando la complementaria a la base de ADN siguiente. A la guanina (G) se aparea una base de citosina (C) y viceversa, mientras que a la timina (T) se aparea una base de adenina (A) para formar el ARN a la adenina se aparea un uracilo (U) en la cadena de ARN. Una vez colocada correctamente la base nitrogenada apareada con el ADN se forma un enlace fosfodiéster con la base nitrogenada vecina para generar la cadena de ARN.
La elongación productiva continua mientras otras proteínas acompañantes de la polimerasa, las helicasas van abriendo una burbuja de transcripción de unas 18- 20 pares de bases, por delante de la polimerasa para permitir el avance de este gran complejo sobre la hebra de ADN. Mientras tanto otras polimerasas pueden haberse unido a los promotores del mismo gen y estar empezando la transcripción del gen nuevamente. Esto es posible gracias a que el ARN se desaparea rápidamente de ADN una vez copiado, permitiendo no solo la entrada de una nueva polimerasa sino también que la burbuja de transcripción se vaya cerrando por detrás de la polimerasa recuperándose la doble hebra de ADN. Esto es importante puesto que las cadenas no apareadas de ADN son muy reactivas y podrían reconocerse como un ADN extraño o en mal estado y degradado por la maquinaria de la propia célula.
El movimiento de la ARN pol durante la elongación puede ser de una base por cada base que se añade al ARN o, se ha observado, que puede darse como una expansión súbita de 7 u 8 bases, en las que la parte izquierda de la enzima va avanzando uniformemente, añadiendo nuevas bases al ARN, y la derecha está quieta y de forma súbita, como el movimiento de una oruga, se desplaza y se comprime. El ARN se va sintetizando dentro de la enzima generando una tensión en su interior que será liberado con el movimiento.
Cuando la ARN pol llega a una señal de terminación se acaba la elongación del ARN y ocurre el desacoplamiento de la enzima del ADN, en la fase de terminación.