Biología
Inicio Fisiología Vegetal Funciones de la pared celular vegetal

Funciones de la pared celular vegetal

Publicado por Ramón Contreras

La pared celular es un componente externo a la célula que encontramos en diversos grupos con un origen evolutivo diferente. Se puede observar tanto en hongos y vegetales, como en bacterias. La composición de la pared vegetal varia notablemente dependiendo de los grupos, puedes leer más sobre la composición de la pared celular de vegetales aquí.

La pared celular en vegetales está dividida en 3 capas, cada una de ellas con funciones diferentes. Éstas capas son, desde la célula hacia fuera: pared secundaria, que puede estar presente o no, pared primaria, que siempre está presenta y laminilla media, que con el tiempo se va volviendo más difusa, a medida que la pared primaria de las células adyacentes entran en contacto. Puedes leer sobre la estructura interna de estas capas en el artículo que le dedicamos aquí.

La función más obvia de la pared celular es controlar la forma de la célula. Las plantas, como organismos sésiles y fotosensibles, deben crecer hacia la luz, por lo que muchas veces deben oponerse a la gravedad, para ello necesitan una estructura rígida que les permita permanecer erguidas sin consumir energía. En este aspecto la pared celular actúa como un exoesqueleto que mantiene los tallos erectos. El entramado de las fibras de celulosa de la base de un árbol ha de ser suficientemente resistente como para sostener las toneladas que puede pesar un árbol milenario.

La pared, que da una forma poligonal a las células vegetales es de las primeras características que saltan a la vista.

La pared, que da una forma poligonal a las células vegetales es de las primeras características que saltan a la vista.

Pero no solo regula el crecimiento hacia arriba de las plantas. La pared celular es un controlador morfogénico de la planta. Debido a la rigidez de la pared celular impide el movimiento lateral de las células o que se separen unas de otras. La limitación al movimiento que da la pared condiciona todo el desarrollo y la forma de vida de las plantas.

Pero no solo es un mero sostén. La pared celular permite desarrollar una gran presión de turgencia en las células vegetales, que es fundamental para las relaciones hídricas con su entorno. Al actuar como capilares en los que el agua se evapora en la parte superior la entrada de agua por la parte inferior está favorecida. Para ello la pared ha de tener una gran resistencia mecánica para permitir el crecimiento vertical sin que colapsen los vasos del xilema debido a la presión negativa.

Tampoco hay que olvidar que la celulosa es un polímero de glucosa, una de las moléculas cuyo metabolismo reporta mayor cantidad de energía. La celulosa es alrededor del 30 o 40% del peso seco de los vegetales, y un porcentaje mayor todavía en las plantas leñosas. Casi la totalidad del carbono que se absorbe durante la fotosíntesis va a parar a la glucosa que formará la celulosa. En muchos órganos vegetales, como los cotiledones, la pared celular funciona como una reserva de glucosa para el desarrollo de la planta joven. Además otros oligosacáridos que se encuentran en la pared son importantes señalizadores durante la división celular y ayudan al reconocimiento de otros organismos que entran en contacto con la pared, ya sean patógenos, simbiontes o comensalistas.

A nivel molecular la pared celular hace de las células vegetales un compartimento estanco, excepto para las moléculas muy pequeñas. De esta manera impide la entada de los patógenos hasta las células y evita la difusión de macromoléculas.