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Cultivo celular en malla tridimensional

Publicado por Ramón Contreras

El cultivo celular en mallas tridimensionales es una técnica que ha revolucionado la investigación biomédica en los últimos años. Esta técnica permite el crecimiento y desarrollo de células en un ambiente tridimensional, imitando de manera más cercana la complejidad y heterogeneidad de los tejidos y órganos humanos.

En el cultivo celular convencional, las células se cultivan en placas bidimensionales, lo que limita su capacidad para formar estructuras tridimensionales y para interactuar con otras células de manera natural. Solo interaccionaban con otras células por los laterales dejando al descubierto la parte de arriba y estando anclada al suelo por la parte de abajo. En cambio, las mallas tridimensionales permiten a las células crecer en un ambiente más parecido al que se encuentra en el cuerpo humano. De esta manera las células, ancladas a redes de diversa composición, como si de una telaraña se tratase pueden interactuar en todas direcciones con otras células, como pasa en el organismo.

Las plantas son más fáciles de cultivar en una placa, pero la complejidad de los tejidos animales nos han llevado a idear nuevas formas de cultivo celular

La utilidad del cultivo celular en mallas tridimensionales radica en su capacidad para imitar de manera más precisa la complejidad de los tejidos y órganos humanos. Esta técnica permite el estudio de enfermedades y procesos biológicos con mayor precisión y detalle, lo que puede llevar a un mejor entendimiento de las enfermedades y a la identificación de nuevos tratamientos. Por ejemplo, las células epiteliales del intestino interaccionan por los lados con otras células epiteliales de intestino y por debajo con células de transporte de sustancias a la sangre. En este caso la direccionalidad de las células es fundamental para poder estudiar según que procesos.

Además, el cultivo celular en mallas tridimensionales también tiene aplicaciones en la ingeniería de tejidos. Los científicos pueden utilizar esta técnica para crear tejidos artificiales que puedan ser utilizados para reemplazar tejidos dañados o perdidos debido a enfermedades o lesiones. Ya se han hecho avances en la generación de hígados e incluso corazones artificiales con impresoras 3D que colocan células sobre una malla.

Otra ventaja del cultivo celular en mallas tridimensionales es que permite el estudio de procesos biológicos que no pueden ser estudiados en modelos animales o humanos. Por ejemplo, los científicos pueden utilizar esta técnica para estudiar cómo las células cancerosas se propagan y crecen, lo que puede llevar a la identificación de nuevos tratamientos para el cáncer. El uso de este tipo de cultivos celulares evita el uso de animales de experimentación en algunas etapas de los estudios de cáncer.

A pesar de sus ventajas, el cultivo celular en mallas tridimensionales también tiene algunos desafíos. La creación de una malla tridimensional que imite de manera precisa la complejidad de los tejidos y órganos humanos sigue siendo difícil a nivel biológico. Una de las principales dificultades es la creación de una malla tridimensional que sea lo suficientemente porosa para permitir el flujo de nutrientes y oxígeno a través de ella, pero que también sea lo suficientemente fuerte para soportar el crecimiento celular. Esta es la misma técnica que se está desarrollando para hacer filetes de carne artificiales sin necesidad de sacrificar un animal. Se hacen crecer células musculares de un animal sobre una malla artificial.